La presidenta Cristina Kirchner firmó un decreto de necesidad y urgencia (DNU) junto a todos sus ministros para echar a Martín Redrado del Banco Central.

El argumento es que supuestamente incurrió en "mala conducta e incumplimiento de los deberes de funcionario público".

El decreto fue la forma que encontró el Gobierno para ponerle fin a la crisis que se había desatado por la resistencia del economista, que se negaba a renunciar, tal como le había pedido Cristina ante su renuencia a ceder los más de 6.500 millones de dólares de reservas con los que el Ejecutivo quería integrar el Fondo del Bicentenario con el que piensa pagar los vencimientos de deuda de este año.

Como ya había ocurrido con la creación del Fondo del Bicentenario, Redrado se enteró por los medios de comunicación del DNU que lo echa del Central.

Según fuentes cercanas al presidente del BCRA (lo seguirá siendo, según precisó el jefe de Gabinete, Aníbal Fernández, hasta que el DNU se publique mañana en el Boletín Oficial), en estos momentos se encuentra reunido con un grupo de abogados analizando la situación.

Para la oposición, el tema debía zanjarse en el Congreso. Al igual que Redrado, los principales dirigentes políticos de todo el arco no kirchnerista sostenían que las autoridades del Central sólo pueden ser removidas por decisión del Legislativo.

Los DNU necesitan la firma de todo el Gabinete. Por eso, convocó de urgencia a todos sus ministros y algunos incluso debieron interrumpir sorpresivamente sus vacaciones. El del Interior, Florencio Randazzo, estaba en Valeria del Mar. Y los de Trabajo, Carlos Tomada, y Defensa, Nilda Garré, en Pinamar. La propia Presidenta retrasó la actividad que tenía prevista para esta tarde.

Como Redrado fue acusado de los delitos de "mala conducta e incumplimiento de los deberes de funcionario público", el decreto también manda al Procurador General de la nación a que presente "la denuncia respectiva ante la autoridad judicial".

El Gobierno ya había aumentado más temprano la presión sobre el titular del Central. En medio de la tensión por su resistencia a aceptar el pedido de renuncia que le había hecho Cristina, Redrado había suspendido la reunión quincenal de directorio prevista para esta mañana. Sin embargo, un grupo de sus miembros mantuvo un encuentro de carácter "informal", tal como calificaron a la reunión voceros de la entidad monetaria, sin Redrado.

El encuentro convocado y encabezado por el vicepresidente Miguel Angel Pesce y en el que participaron otros cuatro directores arrancó por la mañana y se extendió hasta alrededor de las 16. A último momento se sumó Arnaldo Bocco, con lo que fueron seis los que terminaron el encuentro (él, Pesce, Sergio Chodos, Carlos Sánchez, Gabriela Ciganotto y Waldo Farías). En medio de rumores cruzados sobre la validez de la reunión, la misma concluyó sin que se informara de ninguna decisión.

Después de que se diera a conocer el DNU, Aníbal Fernández confirmó que el actual vice, Pesce, quedará a cargo del Central temporariamente, hasta tanto sea designado su nuevo titular. Ayer el ministro de Economía, Amado Boudou, confirmó que le había ofrecido el cargo al ex titular de la entidad Mario Blejer, quien había respondido que recién estaría dispuesto a asumir cuando la transición se realizara por los carriles institucionales. Habrá que ver qué postura mantiene ante la remoción por decreto.

Más temprano, Redrado había ratificado que no renunciaría a su cargo. Y también había prometido que seguiría trabajando en el denominado Fondo del Bicentenario, justamente el eje del pedido presidencial de renuncia debido a su reticencia a liberar reservas monetarias para constituirlo.

Ese fondo, que se pretende formar con 6.569 millones de dólares de los cerca de 17 mil millones de reservas de libre disponibilidad, estará destinado a cubrir las obligaciones de deuda externa de este año. Redrado pretendía que, en lugar de un DNU, la orden llegara por una ley del Congreso, actualmente en receso. Y por eso demoraba mucho más de lo que pretendía el kirchnerismo la conformación del polémico fondo. Eso fue lo que desató la crisis y, ahora, su expulsión por "mala conducta".