El Gabinete de Mauricio Macri atraviesa una de sus peores crisis. El que lleva la bandera es el ministro de Educación, Mariano Narodowsky, quien afirmó que está "podrido".

"Estoy un poco podrido, no cansado pero podrido", así definió Narodowsky su situación en el gobierno de la Ciudad luego del escándalo de espionaje que salpica al oficialismo, y un día antes de declarar como acusado en la causa.

"No sé si tengo el cuero que hace falta tener para soportar un montón de cosas que hay en el mundo político. Yo entré a esto [la política] de grande, pero no sé si tengo el cuero lo suficientemente grueso y tampoco sé si lo quiero tener, porque para tener el cuero tan grueso hay que perder otras cosas", detalló el ministro en declaraciones a radio Mitre.

Y agregó: "Me metí en esto en 2001, como lo hizo mucha gente, para cambiar algo. Pero ahora estoy en un punto en donde se hace difícil remar".

Altas fuentes de la administración porteño dijeron ayer a LA NACION que es inminente la salida de Narodowsky del gobierno porteño. Su desplazamiento se concretaría el jueves, cuando el gobierno porteño anuncie el recambio planificado para su gestión.

Narodowski debe prestar declaración indagatoria mañana ante el juez federal Norberto Oyarbide, en la causa del supuesto espionaje de Ciro James y del ex jefe de la Policía Metropolitana Jorge Palacios.

Sin embargo, Narodowsky negó que haya renunciado, aunque reconoció que habrá modificaciones en el gabinete. "Hay cambios en el gobierno. De Rodríguez Larreta para abajo todos estamos a tiro de decreto. Lo que importa es que este proyecto siga".

Además, el ministro reconoció que el gobierno porteño transita un momento "muy difícil, porque hay una situación judicial y política complicada".