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Moody's no subirá la nota de Argentina aunque haya canje
La calificadora de riesgo justificó su decisión en que el país no encuentra la forma de resolver cuestiones políticas con consenso, y eso le quita previsibilidad
20 de noviembre de 2009
La calificadora de riesgo Moody´s no planea cambiar la nota asignada a la Argentina, que se encuentra entre las más bajas de los 110 países que evalúa, aunque el país recupere el acceso a los mercados o regularice su situación financiera.
"No se va a cambiar; a lo sumo podría mejorar la perspectiva asignada de estable a positiva. Pero tampoco va a bajar, salvo un improbable default", explicó Gabriel Torres, el analista que tiene a su cargo la tarea de ponderar la capacidad de pago local en el marco de la 6° conferencia anual que la evaluadora realizó en Buenos Aires para repasar la situación doméstica y regional, informó el diario La Nación.
El analista explicó que la principal razón por la que la Argentina mantendrá esa nota (B3) es "porque no encuentra la forma de resolver las cuestiones políticas con consenso. Esta situación le quita previsibilidad a sus decisiones", para ratificar que pese a la módica recuperación que estiman para la economía local durante el próximo año (del 2 al 3% y menos vigoroso que el repunte que esperan para el mundo, ver infografía) no planean cambiar la calificación.
"Haciendo una proyección a dos años, por ejemplo, se podría esperar una mejora si se resuelven algunos problemas. El balance actual es positivo porque lo peor de la crisis quedó atrás pero todavía es muy temprano. Habrá que seguir los temas pendientes como la deuda o el Indec", insistió.
Torres explicó que Moody´s evalúa cuatro fortalezas para establecer la nota: la económica ("el país está bien pese a que cae este año. No depende de remesas del exterior y sus indicadores son satisfactorios", dijo); la institucional ("aquí hay una debilidad que no es exclusiva de este gobierno, pero impide políticas que respalden el cumplimiento de sus obligaciones", dijo aludiendo como ejemplo a la situación del Indec); la de las finanzas públicas ("aunque el país viene de 4 ó 5 años de superávit, algo histórico, el problema es que por ínfimo que sea el déficit, el acceso a los mercados le es complicado") y el riesgo de sufrir shocks ("sigue elevado. En 2011 hay elecciones y a partir de los próximos años se va a gastar más").
Pese a su rigurosidad, Torres admitió que las perspectivas para el país "son más positivas que negativas en este momento", aunque destacó que "la credibilidad de los números es muy importante. Si el Gobierno soluciona la cuestión de la deuda impaga y del Indec, ayudará mucho", agregó.
Su cautela fue apoyada por Michel Madelain, la ejecutiva principal de Moody´s, que ubicó a la Argentina entre los países que más lentamente se recuperarán de la crisis global, contrariamente a lo que vaticinó en la región para Brasil y Colombia.
Por su parte, al describir la evolución reciente de la economía local, el analista jefe para el país, Daniel Rúas, recordó que "el mercado de capitales se debió acomodar a un nuevo contexto luego de la desaparición de las AFJP, tanto en volúmenes como en plazos" y no dejó de observar la crisis de los fideicomisos, por los casos Bonesi y Saturno Hogar, pero destacó el rol de custodia del instrumento que desarrolló la Justicia".
"No se va a cambiar; a lo sumo podría mejorar la perspectiva asignada de estable a positiva. Pero tampoco va a bajar, salvo un improbable default", explicó Gabriel Torres, el analista que tiene a su cargo la tarea de ponderar la capacidad de pago local en el marco de la 6° conferencia anual que la evaluadora realizó en Buenos Aires para repasar la situación doméstica y regional, informó el diario La Nación.
El analista explicó que la principal razón por la que la Argentina mantendrá esa nota (B3) es "porque no encuentra la forma de resolver las cuestiones políticas con consenso. Esta situación le quita previsibilidad a sus decisiones", para ratificar que pese a la módica recuperación que estiman para la economía local durante el próximo año (del 2 al 3% y menos vigoroso que el repunte que esperan para el mundo, ver infografía) no planean cambiar la calificación.
"Haciendo una proyección a dos años, por ejemplo, se podría esperar una mejora si se resuelven algunos problemas. El balance actual es positivo porque lo peor de la crisis quedó atrás pero todavía es muy temprano. Habrá que seguir los temas pendientes como la deuda o el Indec", insistió.
Torres explicó que Moody´s evalúa cuatro fortalezas para establecer la nota: la económica ("el país está bien pese a que cae este año. No depende de remesas del exterior y sus indicadores son satisfactorios", dijo); la institucional ("aquí hay una debilidad que no es exclusiva de este gobierno, pero impide políticas que respalden el cumplimiento de sus obligaciones", dijo aludiendo como ejemplo a la situación del Indec); la de las finanzas públicas ("aunque el país viene de 4 ó 5 años de superávit, algo histórico, el problema es que por ínfimo que sea el déficit, el acceso a los mercados le es complicado") y el riesgo de sufrir shocks ("sigue elevado. En 2011 hay elecciones y a partir de los próximos años se va a gastar más").
Pese a su rigurosidad, Torres admitió que las perspectivas para el país "son más positivas que negativas en este momento", aunque destacó que "la credibilidad de los números es muy importante. Si el Gobierno soluciona la cuestión de la deuda impaga y del Indec, ayudará mucho", agregó.
Su cautela fue apoyada por Michel Madelain, la ejecutiva principal de Moody´s, que ubicó a la Argentina entre los países que más lentamente se recuperarán de la crisis global, contrariamente a lo que vaticinó en la región para Brasil y Colombia.
Por su parte, al describir la evolución reciente de la economía local, el analista jefe para el país, Daniel Rúas, recordó que "el mercado de capitales se debió acomodar a un nuevo contexto luego de la desaparición de las AFJP, tanto en volúmenes como en plazos" y no dejó de observar la crisis de los fideicomisos, por los casos Bonesi y Saturno Hogar, pero destacó el rol de custodia del instrumento que desarrolló la Justicia".