En el Old Billingsgate, un nostálgico edificio del siglo XIX a orillas del Támesis, se presentó a nivel mundial la 37 edición del Calendario Pirelli, ya incorporado a los objetos de culto en el mundo del arte y la fotografía.

Este año las imágenes pertenecen a Terry Richardson, un provocativo fotógrafo norteamericano que, entre otras producciones, logró las mejores fotos de Barack Obama en su campaña electoral.



Aunque no hay en el trabajo ninguna argentina entre las once modelos que le dan vida al calendario, este año los paisajes son latinoamericanos. Después de China en 2008 y Botswana, Africa el año pasado, ahora el escenario es Brasil.



Es quizás uno de los calendarios más jugados en muchos años de todos los que ha producido Pirelli. Estas imágenes retoman la esencia del erotismo gráfico y juegan pícaramente con las fantasías y provocaciones de la belleza de las modelos. Es una vuelta a lo natural y hay un puente de similitud entre estas imágenes y las que se vieron en las décadas de los 60 y 70. Es una fotografía simple, sin retoques, en la que prevalece la naturalidad sobre la técnica, sin excesos en la exposición femenina.

En el anticipo a la prensa que brindaron el presidente de Pirelli, el fotógrafo Richardson y cinco de las modelos, hubo un concepto que predomino por sobre los demás: el tradicional Calendario "brinda nuevas emociones cada año". Y en realidad lo consigue.



Las modelos que hicieron el trabajo ocupan los primeros lugares entre las top mundiales. Ellas son: Catherine McNeil, Abbey Lee Kershaw y Miranda Kerr de Australia, Eniko Mihalik de Hungría, Marloes Horst de Holanda, Lily Cole, Daisy Lowe y Rosie Huntingdon de Reino Unido, Georgina Stojilijtoric de Serbia y dos brasileñas, Gracie Carvalho y Ana Beatriz Barros.



Por la noche, la ceremonia de gala, intentará reeditar el glamour de los acontecimientos mundiales en esta cautivante exposición de la belleza femenina en el arte y la fotografía.