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El Gobierno se prepara para intervenir Autopistas del Sol
La empresa está a la espera de que el Ejecutivo decida la intervención en la concesionaria del Acceso Norte, la Panamericana y la avenida General Paz
18 de noviembre de 2009
El Gobierno se prepara para intervenir Autopistas del Sol. Con esta noticia, la empresa se prepara para que el Poder Ejecutivo decida la intervención en la concesionaria del Acceso Norte, la Panamericana y la avenida General Paz.
Todo empezó la semana pasada, cuando la compañía comunicó a la Bolsa de Comercio que iniciará "un proceso de elaboración de una propuesta a los acreedores financieros, con el objetivo de alcanzar un nuevo perfil de la estructura de su financiamiento". Dicho en otros términos, dijo que será muy difícil pagar puntualmente el vencimiento por 10 millones de dólares de intereses de su deuda que vencerá el lunes próximo.
La historia reciente del Gobierno, que nombró un interventor en TGN cuando la empresa anunció que no podría pagar en término un vencimiento, desató otra vez las versiones de incursión en una empresa de servicios públicos.
Fuentes del Ministerio de Planificación confirmaron a LA NACION que el Gobierno "podría intervenir en caso de que se declare formalmente el default". En la compañía, en cambio, optaron por la cautela y el silencio. "No vamos a hacer declaraciones de ningún tipo", fue la corta respuesta de los voceros consultados.
Sin embargo, en la empresa propiedad del grupo español Abertis no sorprendería la decisión oficial, al punto de que hubo varias reuniones de altos directivos para analizar los pasos por seguir en el caso de que la intervención finalmente se lleve a cabo.
Nadie podía explicar ayer cuáles podrían ser los argumentos de la intervención. "No se puede explicar bien cómo se hará porque esta empresa tiene contrato hasta 2010. No se espera que haya una rescisión de contratos ni mucho menos", señaló una fuente que conoce los pormenores de esta situación.
Sucede que el Estado, que es el concedente del servicio público, podría rescindir el contrato siempre que haya elementos como para poner en riesgo el servicio que se explota. "En este caso nada de eso sucede. No está en riesgo el servicio. Esto es una situación financiera ocasionada por tarifas desactualizadas y costos de explotación altos", dijo la fuente.
La visión del Gobierno no es la misma. "Hay que garantizar el servicio público y siempre es una posibilidad la intervención", señaló una fuente del Ministerio de Planificación. "Hay que tomar siempre los recaudos para la continuidad de la prestación del servicio público", agregó.
Para el Gobierno, "el problema no está en la ecuación económico-financiera, sino en las deudas contraídas con anterioridad en otras monedas", agregó. De cualquier manera, la intervención estatal al estilo TGN tiene mucho más que ver con el mundo de los gestos o con lo político que con los escasos efectos que tienen este tipo de medidas.
La empresa, que posee la concesión hasta 2020 del Acceso Norte y de la avenida General Paz desde 1994, declaró en su último estado contable una deuda de 1162,7 millones de pesos y un patrimonio neto negativo de casi 11 millones de pesos.
La decisión de Autopistas del Sol de refinanciar su deuda parece no tener vuelta atrás. De hecho, en el comunicado que se envió a la Bolsa se acompañó una copia del acta de la reunión que mantuvo el directorio de la compañía, presidido por el español Gonzalo Ferre Moltó. El gerente general, Marcelo Benaglia, expuso allí que el origen de la crisis que atraviesa la firma se reconoce en la "demora" en la recomposición del contrato de concesión. Luego del anuncio, la calificadora de riesgo Standard & Poor´s (S&P) bajó la nota de Ausol a CC, de CCC, y agregó en un comunicado que "la tendencia es negativa". Ayer, el Merval suspendió la cotización de las acciones de la firma en la Bolsa.
Todo empezó la semana pasada, cuando la compañía comunicó a la Bolsa de Comercio que iniciará "un proceso de elaboración de una propuesta a los acreedores financieros, con el objetivo de alcanzar un nuevo perfil de la estructura de su financiamiento". Dicho en otros términos, dijo que será muy difícil pagar puntualmente el vencimiento por 10 millones de dólares de intereses de su deuda que vencerá el lunes próximo.
La historia reciente del Gobierno, que nombró un interventor en TGN cuando la empresa anunció que no podría pagar en término un vencimiento, desató otra vez las versiones de incursión en una empresa de servicios públicos.
Fuentes del Ministerio de Planificación confirmaron a LA NACION que el Gobierno "podría intervenir en caso de que se declare formalmente el default". En la compañía, en cambio, optaron por la cautela y el silencio. "No vamos a hacer declaraciones de ningún tipo", fue la corta respuesta de los voceros consultados.
Sin embargo, en la empresa propiedad del grupo español Abertis no sorprendería la decisión oficial, al punto de que hubo varias reuniones de altos directivos para analizar los pasos por seguir en el caso de que la intervención finalmente se lleve a cabo.
Nadie podía explicar ayer cuáles podrían ser los argumentos de la intervención. "No se puede explicar bien cómo se hará porque esta empresa tiene contrato hasta 2010. No se espera que haya una rescisión de contratos ni mucho menos", señaló una fuente que conoce los pormenores de esta situación.
Sucede que el Estado, que es el concedente del servicio público, podría rescindir el contrato siempre que haya elementos como para poner en riesgo el servicio que se explota. "En este caso nada de eso sucede. No está en riesgo el servicio. Esto es una situación financiera ocasionada por tarifas desactualizadas y costos de explotación altos", dijo la fuente.
La visión del Gobierno no es la misma. "Hay que garantizar el servicio público y siempre es una posibilidad la intervención", señaló una fuente del Ministerio de Planificación. "Hay que tomar siempre los recaudos para la continuidad de la prestación del servicio público", agregó.
Para el Gobierno, "el problema no está en la ecuación económico-financiera, sino en las deudas contraídas con anterioridad en otras monedas", agregó. De cualquier manera, la intervención estatal al estilo TGN tiene mucho más que ver con el mundo de los gestos o con lo político que con los escasos efectos que tienen este tipo de medidas.
La empresa, que posee la concesión hasta 2020 del Acceso Norte y de la avenida General Paz desde 1994, declaró en su último estado contable una deuda de 1162,7 millones de pesos y un patrimonio neto negativo de casi 11 millones de pesos.
La decisión de Autopistas del Sol de refinanciar su deuda parece no tener vuelta atrás. De hecho, en el comunicado que se envió a la Bolsa se acompañó una copia del acta de la reunión que mantuvo el directorio de la compañía, presidido por el español Gonzalo Ferre Moltó. El gerente general, Marcelo Benaglia, expuso allí que el origen de la crisis que atraviesa la firma se reconoce en la "demora" en la recomposición del contrato de concesión. Luego del anuncio, la calificadora de riesgo Standard & Poor´s (S&P) bajó la nota de Ausol a CC, de CCC, y agregó en un comunicado que "la tendencia es negativa". Ayer, el Merval suspendió la cotización de las acciones de la firma en la Bolsa.