Los recursos que los extranjeros trajeron al país para destinar a proyectos
productivos aumentaron 9 por ciento en el 2005 con relación a 2004, hasta alcanzar los 4.662 millones de dólares, pero representan una fracción cada vez menor de las inversiones totales que se realizan en la Argentina.

En los 90, la inversión extranjera directa representaba el 15,2 por ciento de las totales. En 2004, cayó al 14,6, y el año anterior, se ubicó en el 11,8.

El país captó 4.662 millones de dólares el año pasado, menos que México, Brasil, Chile y Colombia; su aporte a la inversión total disminuyó al 11,8 en 2005, contra 14,6 del 2004 y el 15,2 de los noventa.

El dato surgió de un informe de la Conferencia de las Naciones Unidas sobre Comercio y Desarrollo respecto de la inversión extranjera directa (IED) en la Argentina.

Si bien parte de este fenómeno se explica por el fuerte crecimiento que tuvieron los desembolsos de las empresas locales, el informe señala que "algunas empresas extranjeras desinvirtieron en las actividades relacionadas con servicios, con lo que se mantuvo la tendencia que había surgido en los primeros años de la década".

Como ejemplos, señala la salida de Electricité de France (EDF) del país, y la nacionalización de Aguas Argentinas, que generó el fin de la concesión del grupo Suez.

La Argentina fue el quinto país receptor de IED en la región, con lo cual se ubicó un escalón más abajo que en 2004, debido, principalmente, al ascenso de Colombia.

El primer lugar lo ocupó México, con 18.055 millones de dólares, seguido por Brasil (15.065); Colombia (10.192) y Chile (6667). Dentro de este grupo, la Argentina y Colombia fueron los únicos dos países donde la inversión extranjera creció.

Los datos para la Argentina reflejan, en cierta medida, lo que sucede en el mundo: se está invirtiendo más que hace dos años, pero los valores siguen lejos de la década pasada.