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Denuncian campaña de hostigamiento contra la prensa
La SIP denunció la "virulencia que registró esta escalada", con "elementos y modalidades inéditos en la conflictiva relación del gobierno argentino con la prensa"
11 de noviembre de 2009
Los medios de comunicación vuelven a ser protagonistas del más macabro de los hechos: el hostigamiento a sus trabajadores de prensa.
La SIP afirmó que "durante los últimos seis meses, periodistas y medios de comunicación fueron objeto de una hostil escalada de hechos, agresiones e intimidaciones, provenientes de organismos públicos y sectores afines al oficialismo, que lesionaron gravemente el principio de libertad de expresión en La Argentina".
Por eso, la asamblea general expresó su preocupación ante la "virulencia que registró esta escalada", con "elementos y modalidades hasta ahora inéditos en la conflictiva relación del gobierno argentino con la prensa".
En el final de la 65° Asamblea General, la SIP vinculó el accionar hacia los medios de Venezuela con Argentina. Y aseguró que "esta tendencia de manipulación legal se refleja en legislaciones de diversos países como la nueva Ley de Servicios Audiovisuales, promovida por el gobierno de Argentina en el marco de una inédita campaña de hostigamiento contra los medios independientes".
En el mismo sentido se expresó el nuevo presidente de la SIP, Alejandro Aguirre, quien ayer al mediodía, en su discurso de asunción, dijo: "En este país, recibo el honor de este cargo, en momentos que el gobierno promueve una ley que afecta la libertad de prensa. Como hemos visto en estos días, existe un clima de violencia contra la prensa. Lo vimos cuando se rodeó a los distribuidores de los diarios, y cuando los diarios Clarín y La Nación no podían distribuirse" (Ver entrevista con Aguirre).
Sus declaraciones fueron en línea con dos resoluciones sobre Argentina que adoptó la SIP, en las que expresó su preocupación "por las consecuencias negativas" que la Ley de Medios aprobada por el Congreso "tendrá para la libertad, la diversidad y la sustentabilidad de los medios vigentes en el país". En esa dirección, resolvió "solicitar al Parlamento argentino, cuya composición se renueva el próximo 10 de diciembre, la revisión del texto aprobado para que la ley que regule los servicios de comunicación audiovisual sea una norma basada en criterios de razonabilidad y acorde con los parámetros internacionales que rigen en materia de regulación de servicios audiovisuales".
En las conclusiones, la SIP destacó que, a nivel regional, hay "claros indicios del deterioro de la libertad de prensa y el consiguiente debilitamiento del sistema democrático", fruto de "la acción coordinada de gobiernos para controlar a la prensa y el desprestigio constante al que la someten; el avance desmesurado de la violencia contra los periodistas; la proliferación de leyes restrictivas; y arbitrarias decisiones judiciales, que limitan la labor informativa".
Al finalizar la lectura de los informes, los miembros de la SIP pasaron a temas más agradables, como la próxima reunión de mitad de año en Aruba, en marzo de 2010, y la 66° Asamblea General, que se hará en Santiago de Chile, en octubre de ese año, cuando se esté celebrando el bicentenario de la independencia de ese país.
La SIP afirmó que "durante los últimos seis meses, periodistas y medios de comunicación fueron objeto de una hostil escalada de hechos, agresiones e intimidaciones, provenientes de organismos públicos y sectores afines al oficialismo, que lesionaron gravemente el principio de libertad de expresión en La Argentina".
Por eso, la asamblea general expresó su preocupación ante la "virulencia que registró esta escalada", con "elementos y modalidades hasta ahora inéditos en la conflictiva relación del gobierno argentino con la prensa".
En el final de la 65° Asamblea General, la SIP vinculó el accionar hacia los medios de Venezuela con Argentina. Y aseguró que "esta tendencia de manipulación legal se refleja en legislaciones de diversos países como la nueva Ley de Servicios Audiovisuales, promovida por el gobierno de Argentina en el marco de una inédita campaña de hostigamiento contra los medios independientes".
En el mismo sentido se expresó el nuevo presidente de la SIP, Alejandro Aguirre, quien ayer al mediodía, en su discurso de asunción, dijo: "En este país, recibo el honor de este cargo, en momentos que el gobierno promueve una ley que afecta la libertad de prensa. Como hemos visto en estos días, existe un clima de violencia contra la prensa. Lo vimos cuando se rodeó a los distribuidores de los diarios, y cuando los diarios Clarín y La Nación no podían distribuirse" (Ver entrevista con Aguirre).
Sus declaraciones fueron en línea con dos resoluciones sobre Argentina que adoptó la SIP, en las que expresó su preocupación "por las consecuencias negativas" que la Ley de Medios aprobada por el Congreso "tendrá para la libertad, la diversidad y la sustentabilidad de los medios vigentes en el país". En esa dirección, resolvió "solicitar al Parlamento argentino, cuya composición se renueva el próximo 10 de diciembre, la revisión del texto aprobado para que la ley que regule los servicios de comunicación audiovisual sea una norma basada en criterios de razonabilidad y acorde con los parámetros internacionales que rigen en materia de regulación de servicios audiovisuales".
En las conclusiones, la SIP destacó que, a nivel regional, hay "claros indicios del deterioro de la libertad de prensa y el consiguiente debilitamiento del sistema democrático", fruto de "la acción coordinada de gobiernos para controlar a la prensa y el desprestigio constante al que la someten; el avance desmesurado de la violencia contra los periodistas; la proliferación de leyes restrictivas; y arbitrarias decisiones judiciales, que limitan la labor informativa".
Al finalizar la lectura de los informes, los miembros de la SIP pasaron a temas más agradables, como la próxima reunión de mitad de año en Aruba, en marzo de 2010, y la 66° Asamblea General, que se hará en Santiago de Chile, en octubre de ese año, cuando se esté celebrando el bicentenario de la independencia de ese país.