Jenson Button, quien hizo una segunda mitad de temporada muy tímida después de un inicio arrollador, durante el cual ganó seis de las siete primeras carreras, forzó su destino para terminar quinto en el circuito de Interlagos.

Ese puesto, combinado con el cuarto lugar del alemán Sebastian Vettel (Red Bull) y el octavo del brasileño Rubens Barrichello (Brawn GP), sus dos principales rivales por el título, le garantizaron el campeonato.

El británico, que debía perder más de 4 puntos sobre su compañero de equipo y 6 sobre el alemán, dio prueba de su capacidad, multiplicando los adelantamientos a lo largo de la carrera.

A la inversa, Barrichello, que parecía ser el mejor en las posiciones para atacar a su líder después de su 'pole' el sábado, no se mostró a la altura de sus ambiciones.

Con un auto mucho menos cargado de combustible que el de sus perseguidores, Barrichello, que corría frente a su hinchada, no consiguió desprenderse en las primeras vueltas de carrera.

Su vuelta sobre la pista después de su primer parada en boxes fue catastrófica, lo que lo hizo quedar detrás de Robert Kubica (BMW Sauber), segundo al final.

Luego el brasileño fue escoltado por Lewis Hamilton (McLaren-Mercedes), tercero al final de la carrera.

Con un neumático atrás reventado, Barrichello, debió volver a los pits para cambiar su rueda. Finalmente se clasificó octavo y hasta perdió su segundo puesto en el campeonato en provecho de Vettel.

El alemán, por su parte, fue autor de un ascenso fantástico, terminando cuarto después de largar decimoquinto. A semejanza del vencedor del día, su compañero de equipo Mark Webber, Vettel parecía estar por encima que el resto del grupo. Red Bull fue el auto más rápido hoy en Interlagos, lo que no impidió a Brawn GP llevarse el título de constructores.