No es habitual ver a Jennifer Aniston en roles que la dejen mal parada. La ex "Friends" suele ser la chica linda del grupo, la codiciada, la exitosa. Bueno, es hora de olvidarse de esos prejuicios. En "Amigos con dinero", la rubia Aniston ha pasado a ser la menos favorecida, la más problemática, la chica que no puede encarrilar su vida, ni tiene con quién.

Este filme de Nicole Holofcener (directora de "Lovely and Amazing", nunca estrenada en la Argentina) nos lleva a Los Angeles para seguir la vida de cuatro mujeres. Tres de ellas están en pareja y tienen sus vidas pretendidamente resueltas. En lo económico y en lo afectivo. Las tres son casadas y con hijos. Una de ellas (interpretada por Joan Cusack) es inmensamente rica, otra (en la piel de la siempre eficaz Frances McDormand) es una exitosa diseñadora de modas, y la tercera (con la cara de Catherine Keener) es una respetada guionista.

Por supuesto, el dinero no compra el antídoto contra la angustia. Y el matrimonio, por su parte, no es garantía de felicidad. Por ello, estas tres mujeres (y sus respectivos maridos) deberán trajinar durante los casi 90 minutos de cinta las complejidades de la vida conyugal, los conflictos de una sociedad demandante y los cuestionamientos propios de la "mediana edad".

Claro, hay una cuarta integrante de ese grupo de mujeres contemporáneas. Jennifer Aniston es aquí Olivia, una mujer con múltiples diferencias con sus "amigas con dinero". Por un lado, sigue atrapada sentimentalmente en una fugaz y clandestina relación con un hombre casado. Por otra parte, ha abandonado un empleo mal remunerado como maestra y ahora se gana la vida como mucama. Su sueldo, como es de esperar, no le alcanza para acceder, sólo por poner un ejemplo, a las costosas líneas de cosméticos que quisiera comprar. Esas tensiones en torno al dinero y al amor son las que dan vida a esta película.

No hay comicidad aquí para Aniston. No habrá oportunidad para que despliegue su repertorio de simpáticos mohínes y aceitado "timming" para las réplicas. Tampoco es que se trate de un drama desatado. "Amigos con dinero" intenta ubicarse más bien en el medio tono asordinado de la comedia costumbrista. Una película que bien podría ser del Woody Allen de los '90, pero -por supuesto- sin esa chispa de genialidad que el neoyorkino agrega a sus obras. O, quizás, sea un filme más cercano a las comedias románticas británicas, pero para ello Holofcener debería incorporar esa sobriedad, esa exquisitez que los ingleses tienen para diseccionar su sociedad.

"Amigos con dinero" tuvo una recepción controvertida en los Estados Unidos. Algunos medios complacientes elogiaron desmedidamente su retrato de la vida de las mujeres actuales. En la vereda de enfrente, un grupo de críticos sobre-exigentes fustigó su falta de carisma y profundidad. Ambas apreciaciones parecen exageradas. Esta nueva aparición de Aniston en la pantalla grande exhibe, por lo menos, dos puntos altos: su elenco femenino tiene un desempeño ejemplar y su narrativa no cae en las obviedades típicas del (abundante) cine de bajo riesgo.

Y, como si fuera poco, nos presenta a la chica bonita de "Friends" en un papel desusado. Un rol que la lleva a sitios en los que no juega de "local". Su Olivia de "Amigos con dinero" no recibirá premios y muy posiblemente no quede en la historia del cine. Pero nadie puede negarle a la rubia que se animó a tomar un personaje que "descarrila", se humilla levemente y, pese a todo, conserva la dignidad.