El entrenador de la selección argentina, Diego Maradona, dijo que espera una ayuda de Dios para lograr la clasificación al Mundial de Sudáfrica 2010, al comentar el difícil momento que atraviesa el equipo de cara al cierre de las eliminatorias sudamericanas, ante la inminencia de los partidos decisivos ante Perú y Uruguay, que serán el 10 y el 14 de octubre respectivamente.

"El Barba (Dios) me salvó muchas veces; espero que esta vez también", afirmó Maradona en una entrevista con radio Cadena 3 de Córdoba (centro), donde mañana la selección local se medirá ante Ghana.

La Argentina ocupa el quinto puesto en las eliminatorias y está en zona de repechaje, a dos fechas del final de la clasificación.

"Tenemos que meternos en la cabeza que estos dos partidos son fundamentales, que ya no podemos seguir regalando cosas como lo hicimos contra Brasil", afirmó Diego, quien reiteró que de los que jueguen ante Ghana al menos siete jugadores tendrán la posibilidad de integrar la lista de las eliminatorias.

"A los que enfrentarán a Ghana les dije que hay 7 u 8 que están en la mira para entrar a la lista con Perú y Uruguay. Saber que no son sólo los extranjeros los que juegan los hace rendir más y estar motivados. Cada uno va a dejar todo en la cancha", agregó.

Maradona contó que en su reciente estadía en Italia, donde se sometió a un tratamiento para adelgazar, mucha gente se mostró preocupada ante la posibilidad de que la Argentina se quedara afuera del Mundial.

"Franceses, italianos y alemanes me decían que un Mundial sin la Argentina no tenía el mismo sabor. Yo les respondí que se queden tranquilos, que va a haber Mundial con la Argentina", señaló el Diez.