Por Roberto Aguirre Blanco

Lo soñó a los 11 años, lo concretó nueve años después.

Con tan sólo 20 años y a un año de su explosiva aparición en el circuito internacional, Juan Martín Del Potro alcanzó una hazaña impensada al consagrarse ganador del Abierto de Estados Unidos.

Del Potro con fuerza, convicción, garra y talento derrotó al mejor jugador de la historia, Roger Federer en cinco peleadísimos sets por 3-6;7-6(7-5), 4-6;7-6(7-5)y 6-2.

El argentino de esta manera alcanzó la gloria que este torneo habían vivido el inolvidable Guillermo Vilas (presente en el estadio) en 1977 y Gabriela Sabatini en 1990, en este mismo escenario.

Del Potro no solo entró en el selecto grupo de los grandes ganadores de este torneo sino que destronó al Rey de Nueva York, ganador consecutivamente desde 2003 en este certameneen cada una de sus presentraciones.

El mayor ganador de la historia de Grand Slam iba por su sexto torneo de US Open consecutivo y sostenía hasta el día de hoy 40 triunfos consecutivos en el estadio Arthur Asche de Flussing Meadows.

El tandilense se repuso de un mal primer set, ganó el segundo y cuarto por sendos tie break y cayó en el tercero por 6-4 e impuso potencia y autoridad para llevarse el quinto decisivo por un aplastante 6-2.

Con todo el estadio a su favor, el argentino se derrumbó como una torre gigante y desde su metro noventa dejó correr las lágrimas para comenzar a disfrutar el momento mas importante de su vida, el primero de otros que llegaran.

El último set fue una nadar aplastante de "Delpo" que sacó a relucir su actitud ganadora y su "irrespetuosidad" para doblegar a una figura de la talla de Federer, que sintió profundamente esta derrota.


El cuarto set fue a ganar o morir. Y en ese escenario por un momento estuvo casi enterrado Del Potro hasta que reaccionó y logró levantar un partido que parecía se le escapaba de las manos.

Con temperamento y mucha potencia, mas los nervios de su rival, "Delpo" sacó adelante un set y logró llevarlo a tie break y por segunda vez en el partido, lo ganó (7-5) marcando además una supremacía que podría llevarlo a ser el dueño de la final.

Con el mismo impetu del segundo set ganador empezó Del Potro el tercero quien junto Federer ganaron cada uno su saque hasta el emblemático séptimo game donde el tandilense quebró el servicio del suizo.

Pareció que tomaba definitivamente las riendas del partido, pero errores no forzados lo llevaron a perder en el juego siguiente su saque y darle una ventaja clave al mejor jugador del mundo.

Con solvencia Federer impuso su estilo de juego y aprovechando errores del argentino se puso 5 a 4 y con el saque de Del Potro se desnudó cierto nerviosismos del latinoamericano que le entregó el set con dos dobles faltas.

Tras perder categóricamente el primer set 6-3 con un quiebre fundamental de su saque en el segundo game, Del Potro renanció a pura potencia y se llevó con coraje el segundo parcial por 7-6 con un tie break de 7-5.

No había comenzado bien el segundo set el argentino que estuvo abajo 3 a 1 hasta que tras quebrar el saque de Federer logró ponerse 5-5 y desde alli comenzar a mandar.

En un momento clave de este parcial logró meter dos bolas paralelas consecutivas que mellaron al suizo, que además protestó la primera que por el ojo de Halcón fue dada buena para Del Potro.

El argentino se puso 6-5 y a pesar que el mejor jugador del mundo igualó en 6, el desarrollo de la definición fue siempre a favor del argentino que ganó con autoridad y el peso de su potencia.

A 32 años del día que Guillermo Vilas llegó a la gloria del tenis mundial al ganar el Abierto de Estados Unidos, Juan Martín Del Potro alcanzó la hazaña de obtener su primer Grand Slam de su corta y rica carrera.