La necesidad de fumar, en cualquier lugar y a cualquier es una preocupación de estos tiempos.

Desde hace cuatro años está prohibido fumar en en los espacios cerrados. Pero los porteños parecen no respetar esta norma: según una encuesta, para el 67% de los porteños se sigue fumando en lugares prohibidos, sobre todo en los boliches y las universidades.

La encuesta fue realizada por la Alianza Libre de Humo de Tabaco de Argentina (ALIAR), una ONG que lucha contra el tabaquismo. Según ese sondeo, el 98% de los porteños consideró que en los boliches, donde debería haber espacios diferenciados para fumadores, se siguen fumando sin restricciones. De igual manera, el 69% de los encuestados entendió que en las universidades tampoco se respeta la prohibición. Así, los jóvenes de 15 y 29 años, que son mayoría en estos ámbitos, resultan además los más expuestos a los daños del tabaco.

El tercer lugar con menos respeto por la ley fueron los shoppings, bancos y comercios. Y en cuarto puesto, las oficinas públicas. Este último rubro es el más problemático, porque el Estado debería predicar con el ejemplo. La contradicción es tan fuerte que en los pasillos de la Legislatura, donde se sancionó la ley, se sigue fumando. El propio Gobierno porteño reconoció que el problema existe, y por eso aseguró que aplicará hasta $ 2.000 de multa, para los jefes de las dependencias donde se fume.

Todos los estudios científicos prueban que el humo de cigarrillo "de segunda mano", el que respiran los no fumadores, aumenta un 30% el riesgo de padecer cáncer de pulmón o enfermedades cardiovasculares, entre otras enfermedades. Y quintuplica el riesgo de muerte súbita en los bebés recién nacidos. Sin embargo, la ley porteña sigue sin respetarse al 100%.