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Macri debió ceder y dejar ir al "Fino" Palacios
Justo después de que el fiscal de la causa AMIA adelantara que será procesado, el Ministerio de Seguridad confirmó que el jefe de la policía porteña presentó su dimisión
25 de agosto de 2009
Mauricio Macri debió ceder a la presión y dio marcha atrás con la designación de Jorge Palacios al frente de la Policía porteña. La salida del ex comisario, cuestionado por su rol en la investigación de la causa AMIA, se resolvió esta tarde y será oficializada en minutos por el Gobierno de la Ciudad.
Palacios presentó su renuncia por motivos personales, desgastado por las fuertes críticas recibidas en las últimas semanas. El nombre de su sucesor todavía es un incógnita.
Las versiones sobre un desplazamiento de Palacios habían recrudecido en las últimas horas, debido a los fuertes cuestionamientos de familiares de víctimas del atentado a la AMIA. Precisamente, el ex comisario de la Federal es investigado por su accionar en el caso.
Palacios, quien mantiene un estrecho vínculo personal con Macri, había sido designado como jefe de la Policía porteña el 2 de julio pasado. "Es una excelente designación: Palacio se distingue por su ética y sus principios morales; es bueno para la Ciudad que asuma este cargo", fue la definición que dejó el ministro de Justicia y Seguridad, Guillermo Montenegro, al oficializar el nombramiento.
El ex comisario dejó la Policía Federal en 2004, tras ser vinculado con un detenido por el secuestro de Axel Blumberg. También fue involucrado en la causa AMIA: una denuncia lo acusa de intentar obstruir la investigación del atentado.
Montenegro defendió la designación. "Hay una denuncia sin condena", dijo. Y aseguró que Palacios "es una persona de absoluta confianza del jefe de Gobierno. Se trata de un excelente ex policía, y el más condecorado".
El nombramiento cosechó duras críticas de la oposición. "Le había pedido expresamente que no nombrara a ese señor, porque era la peor designación que se podía hacer", contó la titular de la Comisión de Seguridad de la Legislatura de la Ciudad, la kirchnerista Silvia La Ruffa.
"Es una persona cuestionada por haber encubierto pruebas en el atentado a la AMIA, lo que facilitó que el responsable de la compra de la camioneta escapara, pero además está sospechado de estar involucrado con los asesinos de Axel Blumberg, en las muertes del 19 y 20 de diciembre de 2001, y tuvo cuestionamientos por negociados con la obra social de la Policía Federal", denunció.
Palacios presentó su renuncia por motivos personales, desgastado por las fuertes críticas recibidas en las últimas semanas. El nombre de su sucesor todavía es un incógnita.
Las versiones sobre un desplazamiento de Palacios habían recrudecido en las últimas horas, debido a los fuertes cuestionamientos de familiares de víctimas del atentado a la AMIA. Precisamente, el ex comisario de la Federal es investigado por su accionar en el caso.
Palacios, quien mantiene un estrecho vínculo personal con Macri, había sido designado como jefe de la Policía porteña el 2 de julio pasado. "Es una excelente designación: Palacio se distingue por su ética y sus principios morales; es bueno para la Ciudad que asuma este cargo", fue la definición que dejó el ministro de Justicia y Seguridad, Guillermo Montenegro, al oficializar el nombramiento.
El ex comisario dejó la Policía Federal en 2004, tras ser vinculado con un detenido por el secuestro de Axel Blumberg. También fue involucrado en la causa AMIA: una denuncia lo acusa de intentar obstruir la investigación del atentado.
Montenegro defendió la designación. "Hay una denuncia sin condena", dijo. Y aseguró que Palacios "es una persona de absoluta confianza del jefe de Gobierno. Se trata de un excelente ex policía, y el más condecorado".
El nombramiento cosechó duras críticas de la oposición. "Le había pedido expresamente que no nombrara a ese señor, porque era la peor designación que se podía hacer", contó la titular de la Comisión de Seguridad de la Legislatura de la Ciudad, la kirchnerista Silvia La Ruffa.
"Es una persona cuestionada por haber encubierto pruebas en el atentado a la AMIA, lo que facilitó que el responsable de la compra de la camioneta escapara, pero además está sospechado de estar involucrado con los asesinos de Axel Blumberg, en las muertes del 19 y 20 de diciembre de 2001, y tuvo cuestionamientos por negociados con la obra social de la Policía Federal", denunció.