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Corte Suprema: Lorenzetti fue reelecto hasta fines de 2012
El santafesino fue uno de los jueces propuestos por el ex presidente Néstor Kirchner para integrar el máximo tribunal. La jueza Elena Highton sigue como vicepresidenta
21 de agosto de 2009
El presidente de la Corte Suprema de Justicia de la Nación, Ricardo Lorenzetti, fue reelecto por sus pares para ejercer ese cargo por un nuevo período. De este modo, el santafesino, uno de los cuatro jueces propuestos por el ex presidente Néstor Kirchner para integrar el máximo tribunal, presidirá la Corte hasta fines de 2012.
La reelección incluye a la vicepresidenta que secunda a Lorenzetti, la jueza Elena Highton. La votación se hizo en el acuerdo plenario de ministros del último martes, pero recién se conoció ayer.
Llama la atención la antelación con la que se realizó la votación, ya que el nuevo período para el que fueron elegidos Lorenzetti y Highton se inicia recién el 1° de enero de 2010, es decir dentro de más de cuatro meses.
Fuentes del tribunal le quitaron trascendencia al dato y sostuvieron que la reelección ya estaba acordada desde tiempo atrás. "Es para darle previsibilidad y continuidad a la Corte", dijeron. Normalmente, la Corte resolvía esta cuestión más cerca de fin de año, en noviembre.
La reunión en la que se decidió la continuidad de la dupla Lorenzetti-Highton estuvo acaparada el último martes por las discusiones en torno al fallo que el tribunal planea emitir el próximo martes sobre la "descriminalización" del consumo de drogas para uso personal y en pequeñas cantidades. Lorenzetti tenía demorado su fallo, pese a que ya había un principio de acuerdo entre la mayoría de ministros del tribunal para sacar el tema favorablemente.
El predecesor de Lorenzetti en el cargo, el juez Enrique Petracchi, se abstuvo de votar la renovación de autoridades. La continuidad de Lorenzetti al frente del tribunal fue propuesta por el cordobés Juan Carlos Maqueda. A él adhirieron Highton, Carlos Fayt, Raúl Zaffaroni y Carmen Argibay. Cinco votos sobre siete ministros. Suficiente.
Luego el propio Lorenzetti propuso a Highton para presidir el tribunal, simplemente para no votarse a sí mismo, un extremo al que supo llegar el presidente de la Corte menemista de los 90, el riojano Julio Nazareno, justamente para lograr su propia reelección en el cargo.
Posteriormente, Fayt, Maqueda, Zaffaroni y Argibay impulsaron a Highton como vicepresidenta y ésta -también para no votarse a sí misma- apoyó el nombre de Argibay para la vicepresidencia. Pura cortesía.
Fuentes tribunalicias recordaban ayer con ironía el supuesto acuerdo al que habían llegado estos mismos jueces tres años atrás, cuando Petracchi dio un paso al costado y abrió la puerta a Lorenzetti. "No más reelecciones", era el lema que se había escuchado aquella vez por los pasillos del cuarto piso del Palacio de Justicia.
Lo cierto es que Lorenzetti, de buena llegada al Poder Ejecutivo, renovó en estos años la imagen del ahora no tan desprestigiado Poder Judicial. Hábil negociador -su especialidad en el Derecho Civil son justamente los contratos- suele recibir a jueces de todos los fueros y todas las instancias, no sólo de la Capital Federal sino también del interior.
Durante su presidencia, la Corte marcó la cancha al Gobierno y el Congreso en varios temas, como por ejemplo el saneamiento del Riachuelo y la actualización de los haberes jubilatorios.
La reelección incluye a la vicepresidenta que secunda a Lorenzetti, la jueza Elena Highton. La votación se hizo en el acuerdo plenario de ministros del último martes, pero recién se conoció ayer.
Llama la atención la antelación con la que se realizó la votación, ya que el nuevo período para el que fueron elegidos Lorenzetti y Highton se inicia recién el 1° de enero de 2010, es decir dentro de más de cuatro meses.
Fuentes del tribunal le quitaron trascendencia al dato y sostuvieron que la reelección ya estaba acordada desde tiempo atrás. "Es para darle previsibilidad y continuidad a la Corte", dijeron. Normalmente, la Corte resolvía esta cuestión más cerca de fin de año, en noviembre.
La reunión en la que se decidió la continuidad de la dupla Lorenzetti-Highton estuvo acaparada el último martes por las discusiones en torno al fallo que el tribunal planea emitir el próximo martes sobre la "descriminalización" del consumo de drogas para uso personal y en pequeñas cantidades. Lorenzetti tenía demorado su fallo, pese a que ya había un principio de acuerdo entre la mayoría de ministros del tribunal para sacar el tema favorablemente.
El predecesor de Lorenzetti en el cargo, el juez Enrique Petracchi, se abstuvo de votar la renovación de autoridades. La continuidad de Lorenzetti al frente del tribunal fue propuesta por el cordobés Juan Carlos Maqueda. A él adhirieron Highton, Carlos Fayt, Raúl Zaffaroni y Carmen Argibay. Cinco votos sobre siete ministros. Suficiente.
Luego el propio Lorenzetti propuso a Highton para presidir el tribunal, simplemente para no votarse a sí mismo, un extremo al que supo llegar el presidente de la Corte menemista de los 90, el riojano Julio Nazareno, justamente para lograr su propia reelección en el cargo.
Posteriormente, Fayt, Maqueda, Zaffaroni y Argibay impulsaron a Highton como vicepresidenta y ésta -también para no votarse a sí misma- apoyó el nombre de Argibay para la vicepresidencia. Pura cortesía.
Fuentes tribunalicias recordaban ayer con ironía el supuesto acuerdo al que habían llegado estos mismos jueces tres años atrás, cuando Petracchi dio un paso al costado y abrió la puerta a Lorenzetti. "No más reelecciones", era el lema que se había escuchado aquella vez por los pasillos del cuarto piso del Palacio de Justicia.
Lo cierto es que Lorenzetti, de buena llegada al Poder Ejecutivo, renovó en estos años la imagen del ahora no tan desprestigiado Poder Judicial. Hábil negociador -su especialidad en el Derecho Civil son justamente los contratos- suele recibir a jueces de todos los fueros y todas las instancias, no sólo de la Capital Federal sino también del interior.
Durante su presidencia, la Corte marcó la cancha al Gobierno y el Congreso en varios temas, como por ejemplo el saneamiento del Riachuelo y la actualización de los haberes jubilatorios.