En una decisión controversial, el jefe de Gabinete, Aníbal Fernández, presionó a la Justicia para despenalizar rápido el consumo de drogas, una medida que genera muchas dudas en la mayoría de la sociedad.

Se sabe que el juez de la Corte Eugenio Zaffaroni y algunos de sus colegas están de acuerdo en la despenalización para consumo personal, lo cual despierta interrogantes por los efectos nocivos que estar drogado puede tener sobre una persona y su entorno.

Pero no todo en el máximo tribunal piensan como Zaffaroni.

El ministro Carlos Fayt advirtió que se requiere de "un período de meditación" para definir si es delito la tenencia de estupefacientes para uso personal.

Admitió que tiene "dudas", pero adelantó que va a "modificar" su posición anterior, más cercana al castigo penal.

Las declaraciones del juez de la Corte Suprema fueron a contrapelo de las manifestaciones expresadas por el jefe de Gabinete, que había mencionado que el gobierno nacional esperaba "con impaciencia" la decisión del máximo tribunal, en la causa que debe definir la validez constitucional de la actual Ley de Drogas.

La posición del magistrado también contrastó con la expresada ayer por su colega del tribunal, el penalista Eugenio Raúl Zaffaroni, quien dio los fundamentos jurídicos acerca de la política de despenalización del uso de las drogas que se impulsa en el ámbito estatal de la Argentina.

Fayt, de todos modos, reconoció que tiene "dudas" sobre el impacto real que tendrá la modificación del andamiaje jurídico del país en materia de drogas.

El ministro del máximo tribunal adelantó que está dispuesto a "cambiar" su anterior visión, que era más proclive a la penalización.

El juez aclaró que se requiere "mucha prudencia" para resolver el voto que llevará a la acordada que tratará el recurso presentado por dos jóvenes que recibieron condenas por tener drogas en su poder para el único fin de uso personal.

Fayt remarcó que se trata "de un problema sumamente grave", que va "más allá del señorío del hombre sobre sí mismo, se debe determinar si la situación se complica y la persona termina siendo una rueda más de la venta por la insuficiencia económica".

"Hay que meditar mucho sobre el tema, para tratar de no equivocarse. En su momento fallé de una manera y posiblemente lo modifique, estoy en duda", señaló.

Quienes se oponen a la despenalización del consumo de drogas sostienen que esa medida posibilitará a los narcotraficantes disponer de mayores trampas jurídicas para lograr escapar de un brazo judicial que en la Argentina es cada vez más corto.