El presidente del Banco de Inversión y Comercio Exterior (BICE), Miguel Peirano, renunció a su cargo ante la escasa perspectiva de cambios que creía necesario para encauzar la política económica tras las elecciones legislativas del mes pasado.

El ex ministro de Economía agradeció a la presidenta Cristina Kirchner y se dedicará a la actividad privada.

Boudou el fin de semana anunció la creación de un "Banco de Desarrollo" que se financiaría con el dinero de la Anses.

Pero Peirano siempre se opuso a utilizar el dinero de los jubilados para financiar a algunas empresas privadas, y proponía crear al estilo brasileño una banca de desarrollo fondeada o bien con impuestos directos o con recursos del Tesoro.

De hecho las diferencias de Peirano con el rumbo que tomaron las políticas kirchneristas no son nuevas.

En diciembre de 2007 renunció al Ministerio de Economía, porque planteó en una reunión en la Quinta de Olivos diferencias respecto del INDEC, la política agropecuaria, la concentración de subsidios en las cerealeras y la falta de efectividad de acuerdos de precios para enfrentar la inflación.

Básicamente una impugnación completa a todas las políticas que lleva adelante Guillermo Moreno, hoy fortalecido con los "cambios" en el organismo de estadísticas.

Luego de su renuncia, Peirano aceptó asumir la presidencia del BICE en el marco de un acuerdo que incluyó su deseo de mantener un deliberado perfil bajo hasta su último día en el gobierno.

Incluso, en junio del 2008 le volvieron a ofrecer el Ministerio de Economía, pero no aceptó.

Luego de la derrota electoral del 28 de junio, Peirano venía insistiendo internamente en la necesidad de construir una política económica ordenada, siempre desde una lógica heterodoxa, con reglas claras, cambios de fondo en el INDEC y en la relación con los sectores de medianos y pequeños productores agropecuarios.

Peirano fue ministro del ex presidente Néstor Kirchner. Reemplazó a Felisa Miceli en el cargo en julio de 2007. Acompañó a Kirchner hasta el final de su gestión.