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El Pincha no pudo y empató sin goles con Cruzeiro
Estudiantes no pudo con Cruzeiro en la primera final de la Copa Libertadores y ahora todo se definirá en Beño Horizonte. El partido fue duro y con mucha pierna fuerte
8 de julio de 2009
No pudo Estudiantes. Lo buscó, hizo figura al arquero contrario, tuvo chances y hasta pudo perderlo en el final. El equipo platense igualó 0 a 0 con Cruzeiro, en el estadio Ciudad de La Plata, en la final de ida de la Copa Libertadores y, el miércoles próximo, viajará a Belo Horizonte para definir el título, que tanto anhela, con el que tanto sueña.
No es imposible, pero el equipo argentino sabe que tendrá por delante una buena corajeada para levantar esa Copa, que consiguió tres veces y lo desvela hace 39 años. Sin la regla del gol de visitante, Estudiantes necesitará de un triunfo o dejar su suerte librada a los penales.
Fue una fiesta el estadio. Con tribunas repletas y corazones calientes, que ni siquiera se apagaron en el final, cuando el conjunto de Alejandro Sabella peor la pasó. Estudiantes hizo figura al arquero brasileño Fabio, que contuvo tiros libres, cabezazos, remates desde cerca. Todo.
Cruzeiro no fue un típico equipo brasileño. Con pierna fuerte, con reiteración de infracciones, sin sanciones severas del árbitro uruguayo Larrionda, pasó los sofocones que atravesó. Los brasileños sufrieron, aunque, en los 15 minutos finales, tuvieron chances para llevarse un éxito.
El marco que recibió a Estudiantes fue espectacular. Bengalas, papelitos y gritos fueron el prolegómeno a la entrada a la cancha de Verón y compañía. Cruzeiro ya estaba en el campo de juego y los miles de fieles que coparon el estadio Ciudad de La Plata empezaban a encender sus sueños coperos.
El equipo argentino comenzó mejor, con el dominio del balón y las mejores situaciones de riesgo en el inicio. La presión que ejercieron los platenses se vio desde el minuto inicial. Las llegadas de los brasileños eran aisladas.
Enzo Pérez se hacía fuerte por la derecha. Verón controlaba el balón en el medio. La Brujita le arrancó a los hinchas los primeros suspiros de la noche, con un tiro libre que ejecutó, a los 11 minutos, y que el arquero Fabio, con una buena reacción, desvió al córner.
El grito de Estudiantes parecía cerca. A los 16, tras una buena jugada colectiva, Enzo Pérez definió y, otra vez, Fabio se lució y cedió otro córner.
Estudiantes manejaba el partido. Cruzeiro no inquietaba a Andújar. Inclusive, los brasileños apenas preocuparon con un par de centros poco precisos. El equipo argentino mostraba sus aspiraciones, pero, con el correr de los minutos, no tenía profundidad en sus avances.
En los cinco minutos finales, Gastón Fernández se equivocó en el último pase, cuando Estudiantes tenía el primero y, otra vez, Verón exigió a Fabio, la figura de la mitad inicial.
En el complemento, Estudiantes salió otra vez con decisión, pero, de nuevo, chocó con el impecable Fabio, quien, a los 2 minutos, le privó el tanto a Boselli. En la acción siguiente, el N° 1 se estiró para evitar el gol de cabeza de Desábato.
Parecía que el gol tan ansiado estaba al caer, pero, de nuevo, los brasileños ajustaron las marcas y le volvieron a cerrar los caminos al equipo argentino, muchas veces con reiteración de faltas.
Estudiantes ya no encontraba los caminos que lo llevaran al área contraria. Cruzeiro cortaba en el medio y comenzaba a preocupar al fondo platense. Un cabezazo pasó muy cerca y, luego, a los 34, Kléber, con todo el arco a su disposición, pateó afuera.
Estudiantes ya no era el de los primeros minutos del partido, ni tampoco el que salió como una tromba en el complemento. Cruzeiro estuvo otra vez cerca del gol, a los 38, cuando Wellington remató afuera desde una buena posición.
Sabella probó con Salgueiro y Núñez, frescos desde el banco, pero no logró el cometido del triunfo. La semana próxima, Estudiantes volverá a poner a prueba su mística.
No es imposible, pero el equipo argentino sabe que tendrá por delante una buena corajeada para levantar esa Copa, que consiguió tres veces y lo desvela hace 39 años. Sin la regla del gol de visitante, Estudiantes necesitará de un triunfo o dejar su suerte librada a los penales.
Fue una fiesta el estadio. Con tribunas repletas y corazones calientes, que ni siquiera se apagaron en el final, cuando el conjunto de Alejandro Sabella peor la pasó. Estudiantes hizo figura al arquero brasileño Fabio, que contuvo tiros libres, cabezazos, remates desde cerca. Todo.
Cruzeiro no fue un típico equipo brasileño. Con pierna fuerte, con reiteración de infracciones, sin sanciones severas del árbitro uruguayo Larrionda, pasó los sofocones que atravesó. Los brasileños sufrieron, aunque, en los 15 minutos finales, tuvieron chances para llevarse un éxito.
El marco que recibió a Estudiantes fue espectacular. Bengalas, papelitos y gritos fueron el prolegómeno a la entrada a la cancha de Verón y compañía. Cruzeiro ya estaba en el campo de juego y los miles de fieles que coparon el estadio Ciudad de La Plata empezaban a encender sus sueños coperos.
El equipo argentino comenzó mejor, con el dominio del balón y las mejores situaciones de riesgo en el inicio. La presión que ejercieron los platenses se vio desde el minuto inicial. Las llegadas de los brasileños eran aisladas.
Enzo Pérez se hacía fuerte por la derecha. Verón controlaba el balón en el medio. La Brujita le arrancó a los hinchas los primeros suspiros de la noche, con un tiro libre que ejecutó, a los 11 minutos, y que el arquero Fabio, con una buena reacción, desvió al córner.
El grito de Estudiantes parecía cerca. A los 16, tras una buena jugada colectiva, Enzo Pérez definió y, otra vez, Fabio se lució y cedió otro córner.
Estudiantes manejaba el partido. Cruzeiro no inquietaba a Andújar. Inclusive, los brasileños apenas preocuparon con un par de centros poco precisos. El equipo argentino mostraba sus aspiraciones, pero, con el correr de los minutos, no tenía profundidad en sus avances.
En los cinco minutos finales, Gastón Fernández se equivocó en el último pase, cuando Estudiantes tenía el primero y, otra vez, Verón exigió a Fabio, la figura de la mitad inicial.
En el complemento, Estudiantes salió otra vez con decisión, pero, de nuevo, chocó con el impecable Fabio, quien, a los 2 minutos, le privó el tanto a Boselli. En la acción siguiente, el N° 1 se estiró para evitar el gol de cabeza de Desábato.
Parecía que el gol tan ansiado estaba al caer, pero, de nuevo, los brasileños ajustaron las marcas y le volvieron a cerrar los caminos al equipo argentino, muchas veces con reiteración de faltas.
Estudiantes ya no encontraba los caminos que lo llevaran al área contraria. Cruzeiro cortaba en el medio y comenzaba a preocupar al fondo platense. Un cabezazo pasó muy cerca y, luego, a los 34, Kléber, con todo el arco a su disposición, pateó afuera.
Estudiantes ya no era el de los primeros minutos del partido, ni tampoco el que salió como una tromba en el complemento. Cruzeiro estuvo otra vez cerca del gol, a los 38, cuando Wellington remató afuera desde una buena posición.
Sabella probó con Salgueiro y Núñez, frescos desde el banco, pero no logró el cometido del triunfo. La semana próxima, Estudiantes volverá a poner a prueba su mística.