El INDEC confirmó ayer lo que todos esperaban: en el país paralelo que vive la gente del Gobierno, Argentina, a menor ritmo y a contramano de lo que ocurre en casi todo el mundo, eludió la recesión.

Según sus cifras, en el primer trimestre, la economía creció el 2% respecto de igual trimestre de 2008 y subió el 0,1% respecto del cuarto trimestre de 2008. Esto significa que aunque a tasas menores, la actividad productiva siguió avanzando.

De esta forma, las cifras oficiales aseguran que no se acumularon dos trimestres consecutivos de caídas en la actividad, una condición para calificar técnicamente a una economía en "recesión", informó Clarín.

En cambio, las mediciones privadas, como las de Orlando Ferreres, Gabriel Rubinstein o FIEL, aseguran que la recesión arrancó en octubre de 2008, que en el primer trimestre la actividad económica cayó entre un 4 y 6% y que, incluso en base a los datos del mes pasado, continúa el "estado recesivo de la economía local". Por ejemplo la consultora Rubinstein calculó que en los primeros 5 meses de este año, "la actividad muestra una caída acumulada del 4,2%".

Estas diferencias entre el INDEC y la mediciones privadas se atribuyen a varios factores. El Instituto oficial calcula la actividad económica en base a un índice de inflación (IPC) que arroja una suba de precios menor a la real. Y esto "inflaría" en algunos puntos tanto el valor de la economía como el crecimiento.

A esto se agregan divergencias sobre los datos físicos de producción. Por ejemplo, mientras el INDEC informa que entre enero y marzo de 2009 la producción industrial se redujo el 1,2%, la Unión Industrial Argentina asegura que la actividad fabril en ese período se redujo casi el 10%.

Para el INDEC lo que pasó fue lo siguiente:

La economía creció el 2% porque si bien los productores de bienes, como la agricultura, la industria y la construcción, tuvieron una retracción del 3,2%, los servicios se expandieron el 4,7%, impulsados por el transporte, las comunicaciones, las actividades inmobiliarias y los hoteles y restaurantes.

El INDEC admite que hubo una fuerte desplome del 14,2% en la inversión, pero tanto el consumo público, con el 6,8% como el de la población, con el 1,5%, siguieron en expansión. Y como el peso del consumo en la actividad económica más que duplica al de la inversión, el incremento de la demanda oficial y privada habría más que compensado el bajón inversor.

La caída de la inversión "se debió al retroceso de 2,3% de la inversión en construcciones y la disminución de 27,9 % en equipo durable de producción", dice el informe. Aún así esto quedó mitigado porque los equipos nacionales tuvieron una baja del 7,3% y los importados del 37,8%.

Estos datos oficiales contrastan con la de buena parte del mundo - que está en recesión- e incluso con la de los de países vecinos, como Brasil y Chile, que admitieron hacer acumulado al menos 6 meses de contracción económica.

Otra novedad es que el INDEC revisó a la baja el crecimiento de 2008. Ahora lo calculó en el 6,8% cuando en el informe anterior lo había estimado en el 7%. La diferencia se debe a que la producción de bienes en lugar de haber crecido el 3,4% lo redujo al 2,9% y del 8,3% de crecimiento de los servicios lo bajó al 8,2%.