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"Pizza y champagne" en las fiestas de Berlusconi
Una nueva chica apareció y habló de los encuentros del primer ministro italiano con sus "amigas". Le prometieron dinero y una candidatura en las listas del oficialismo
18 de junio de 2009
Una nueva "chica Berlusconi" apareció y habló de las "fiestas" del primer ministro italiano.
Patrizia D'Addario aseguró que cobró dinero por participar de los encuentros que el primer ministro organiza y dio singulares detalles.
Según D'Addario, habría cobrado por su participación en dos fiestas organizadas por Il Cavaliere en Palazzo Grazioli, la residencia romana del magnate.
Asimismo la chica asegura tener pruebas y señaló que solo cobró 1.000 euros, en vez de los 2.000 estipulados, debido a que no se quedó a dormir.
"Nos llevaron a un gran salón donde había más chicas, unas veinte. Había pedazos de pizza y champagne. Poco después llegó Silvio Berlusconi", dijo la joven que vuelve a salpicar al premier. "Nos mostró videos de su encuentro con Bush, las fotos de sus mansiones, cantó y nos contó chistes", agregó.
A su vez, la joven señaló: "La segunda vez que lo visité, Berlusconi me pidió que me quedara". En todos los casos, la invitación llegó a través de un tal "Giampaolo".
A Patrizia le habrían prometido además del dinero, una candidatura en las listas del oficialismo para las elecciones europeas y ayuda en la realización de un proyecto turístico.
Sin embargo, sólo logró ocupar un espacio en una lista para los comicios comunales de la ciudad de Bari, lo que habría desatado su furia.
Berlusconi, por su parte, ya desgastado por el caso de la joven Noemí -que lo llama "papi"- y las fotos de chicas semidesnudas en los jardines de su mansión sarda, reaccionó duramente contra las nuevas acusaciones.
Criticó a los periódicos que registraron las acusaciones y los acusó de escribir "basura". "No me dejaré condicionar por estas agresiones y seguiré trabajando por el bien del país", agregó mediante un comunicado de prensa.
A todo esto, la Fiscalía de Bari abrió una investigación por presunta incitación a la prostitución por parte del primer ministro italiano.
En realidad, la Justicia se encontraba indagando un caso de corrupción, pero en las escuchas telefónicas llevadas a cabo, Giampaolo Tarantini se refiere a las fiestas de Berlusconi.
En las mismas, Tarantini hablaba de depósitos de dinero para las mujeres que participaban de las mismas, según reprodujo el diario La Nación.
Patrizia D'Addario aseguró que cobró dinero por participar de los encuentros que el primer ministro organiza y dio singulares detalles.
Según D'Addario, habría cobrado por su participación en dos fiestas organizadas por Il Cavaliere en Palazzo Grazioli, la residencia romana del magnate.
Asimismo la chica asegura tener pruebas y señaló que solo cobró 1.000 euros, en vez de los 2.000 estipulados, debido a que no se quedó a dormir.
"Nos llevaron a un gran salón donde había más chicas, unas veinte. Había pedazos de pizza y champagne. Poco después llegó Silvio Berlusconi", dijo la joven que vuelve a salpicar al premier. "Nos mostró videos de su encuentro con Bush, las fotos de sus mansiones, cantó y nos contó chistes", agregó.
A su vez, la joven señaló: "La segunda vez que lo visité, Berlusconi me pidió que me quedara". En todos los casos, la invitación llegó a través de un tal "Giampaolo".
A Patrizia le habrían prometido además del dinero, una candidatura en las listas del oficialismo para las elecciones europeas y ayuda en la realización de un proyecto turístico.
Sin embargo, sólo logró ocupar un espacio en una lista para los comicios comunales de la ciudad de Bari, lo que habría desatado su furia.
Berlusconi, por su parte, ya desgastado por el caso de la joven Noemí -que lo llama "papi"- y las fotos de chicas semidesnudas en los jardines de su mansión sarda, reaccionó duramente contra las nuevas acusaciones.
Criticó a los periódicos que registraron las acusaciones y los acusó de escribir "basura". "No me dejaré condicionar por estas agresiones y seguiré trabajando por el bien del país", agregó mediante un comunicado de prensa.
A todo esto, la Fiscalía de Bari abrió una investigación por presunta incitación a la prostitución por parte del primer ministro italiano.
En realidad, la Justicia se encontraba indagando un caso de corrupción, pero en las escuchas telefónicas llevadas a cabo, Giampaolo Tarantini se refiere a las fiestas de Berlusconi.
En las mismas, Tarantini hablaba de depósitos de dinero para las mujeres que participaban de las mismas, según reprodujo el diario La Nación.