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Críticas al Presupuesto
Legisladores de la oposición se quejaron de que no se les permitió preguntar durante la exposición de Miceli. También cuestionaron el aumento del gasto
26 de septiembre de 2006
Legisladores apuntaron contra las pautas macroeconómicas, el aumento del gasto y la ausencia de una reforma impositiva en el proyecto; la jefa del Palacio de Hacienda defendió la norma.
Sin lugar a interrogantes por parte de los legisladores, el presupuesto 2007 fue presentado en el Congreso por la ministra de Economía, Felisa Miceli.
Según anticipó el jefe de la bancada kirchnerista, Agustín Rossi (FPV-Santa Fe), la intención oficial es tratar el proyecto antes del cese de las sesiones ordinarias, a fines de noviembre.
Entre las cifras que la ministra debió defender ante los legisladores se encuentra la del crecimiento previsto para el año próximo. El presupuesto prevé que la economía crecerá este año un 6%. Los pronósticos privados son superiores: estiman un 8 por ciento para este año y un 6 para el próximo.
El vicepresidente de la comisión de Presupuesto y Hacienda, el radical Miguel Angel Giubergia, anticipó el rechazo del bloque.
Dijo que al presupuesto "le falta sinceridad" porque "plantea un crecimiento del 4 por ciento cuando el arrastre del 2006 será del 3 o 3,5 por ciento", algo que aumentará la "disrecionalidad" del gasto.
Este fue, de hecho, uno los aspectos más criticados por los legisladores –prevén que el excedente de recursos que generará el mayor crecimiento quedará disponible para el Gobierno en un año electoral-, pero no el único. También dispararon contra la distribución del gasto y la ausencia de una reforma impositiva.
“Se descarta de plano. El proyecto anterior aunque sea incluía la posibilidad de realizar cambios en el sistema tributario”, dijo el diputado Adrian Pérez (ARI-Buenos Aires), que calificó el sistema actual de “regresivo”.
Claudio Lozano (CTA-Capital) fue otro de los que abogó por una reforma que permita despegar los ingresos de los vaivenes de los “mercados mundiales”, en referencia a la volatilidad en el precio de los commodities, que afecta la recaudación por retenciones. Giubergia también lamentó que no se piense en un cambio tributario.
Los recursos totales subirán el año próximo a $ 140.316 millones, un 14,5% más que lo previsto para 2006.
Lozano también criticó que Miceli no explicó “los 12.000 millones de pesos de nuevo gasto que el Gobierno realizó por sobre lo que aprobó el Congreso un año atrás”.
Miceli sí explicó los principales destinos del aumento en las erogaciones para el año próximo: educación, jubilaciones e infraestructura, otro punto que genera rispideces. “Va completamente a sobreprecios. Es, además, una de las partidas que más crece, mientras las políticas sociales está congelada”, dijo Perez.
El gasto que más crece es el destinado a fines sociales. Los servicios sociales subirán de $ 65.799 millones en 2006 a 77.766 millones el año próximo. La suma de los gastos primarios se elevará a 118.495 millones, un 16%, lo que confirma una tendencia que se inició el año pasado: la de que las erogaciones crezcan más rápido que los ingresos, más allá de que el ahorro aún se mantenga en altos niveles históricos.
Sin lugar a interrogantes por parte de los legisladores, el presupuesto 2007 fue presentado en el Congreso por la ministra de Economía, Felisa Miceli.
Según anticipó el jefe de la bancada kirchnerista, Agustín Rossi (FPV-Santa Fe), la intención oficial es tratar el proyecto antes del cese de las sesiones ordinarias, a fines de noviembre.
Entre las cifras que la ministra debió defender ante los legisladores se encuentra la del crecimiento previsto para el año próximo. El presupuesto prevé que la economía crecerá este año un 6%. Los pronósticos privados son superiores: estiman un 8 por ciento para este año y un 6 para el próximo.
El vicepresidente de la comisión de Presupuesto y Hacienda, el radical Miguel Angel Giubergia, anticipó el rechazo del bloque.
Dijo que al presupuesto "le falta sinceridad" porque "plantea un crecimiento del 4 por ciento cuando el arrastre del 2006 será del 3 o 3,5 por ciento", algo que aumentará la "disrecionalidad" del gasto.
Este fue, de hecho, uno los aspectos más criticados por los legisladores –prevén que el excedente de recursos que generará el mayor crecimiento quedará disponible para el Gobierno en un año electoral-, pero no el único. También dispararon contra la distribución del gasto y la ausencia de una reforma impositiva.
“Se descarta de plano. El proyecto anterior aunque sea incluía la posibilidad de realizar cambios en el sistema tributario”, dijo el diputado Adrian Pérez (ARI-Buenos Aires), que calificó el sistema actual de “regresivo”.
Claudio Lozano (CTA-Capital) fue otro de los que abogó por una reforma que permita despegar los ingresos de los vaivenes de los “mercados mundiales”, en referencia a la volatilidad en el precio de los commodities, que afecta la recaudación por retenciones. Giubergia también lamentó que no se piense en un cambio tributario.
Los recursos totales subirán el año próximo a $ 140.316 millones, un 14,5% más que lo previsto para 2006.
Lozano también criticó que Miceli no explicó “los 12.000 millones de pesos de nuevo gasto que el Gobierno realizó por sobre lo que aprobó el Congreso un año atrás”.
Miceli sí explicó los principales destinos del aumento en las erogaciones para el año próximo: educación, jubilaciones e infraestructura, otro punto que genera rispideces. “Va completamente a sobreprecios. Es, además, una de las partidas que más crece, mientras las políticas sociales está congelada”, dijo Perez.
El gasto que más crece es el destinado a fines sociales. Los servicios sociales subirán de $ 65.799 millones en 2006 a 77.766 millones el año próximo. La suma de los gastos primarios se elevará a 118.495 millones, un 16%, lo que confirma una tendencia que se inició el año pasado: la de que las erogaciones crezcan más rápido que los ingresos, más allá de que el ahorro aún se mantenga en altos niveles históricos.