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Barcelona supercampeón
El ídolo Lionel Messi fue uno de los más ovacionados por los hinchas culé en el Camp Nou. Les dijo "Querían las tres, ahí las tienen". Y el público estalló
28 de mayo de 2009
Tras recorrer durante horas la ciudad, donde fue escoltado por unos 750 mil hinchas, Barcelona llegó al Camp Nou, donde terminó de festejar la triple corona, que consiguió ayer tras consagrarse en la Liga de Campeones (antes había ganado la Copa del Rey y la Liga española).
En la llegada al Estadio, miles de hinchas continuaron la celebración de la triple corona que consiguió Barcelona. La voz del estadio comenzó a presentar jugador por jugador, y cuando llegó el turno de Messi, cayó la ovación más fuerte de los hinchas para la Pulga.
Tras la presentación, los jugadores comenzaron a hablar para los hinchas. Pasaron Puyol, Guardiola (el DT), Valdez, Xavi, Iniesta y Yayá Touré. Luego llegó la oportunidad de Messi, uno de los más enfervorizados. La Pulga comenzó a gritar con voz afónica "querían las tres, acá tienen las tres". "Vamos a festejar, una vez más gracias por todo, viva Barca y viva Cataluña", continuó la Pulga quien terminó alzado por sus compañeros.
Previo al festejo en el estadio, el plantel recorrió toda la ciudad, donde fue escoltado por miles de hinchas. Todo el equipo de Barcelona aterrizó en el aeropuerto de El Prat y comenzó a recorrer la ciudad, en una caravana que terminará en el estadio Camp Nou. Banderas colgadas de los balcones, miles de personas con bufandas, insignias, banderas y otros distintivos azulgranas, recorren junto con el ómnibus las calles de Barcelona y fetejan al paso de la comitiva.
En los trenes, en las calles rumbo al estadio conviven la pasión, las lágrimas, la emoción. No se ven problemas como los de anoche que repite la TV. Los principales puntos de la ciudad brindaban por los campeones, que se paseaban en ómnibus descapotable con la "Orejona" plateada en lo más alto. Vestidos con las camisetas que recuerdan el triplete y con todos los nombres del plantel en la espalda.
Había unos cuantos refunfuñando cerca de las puertas y sin saber si podrian entrar, cuatro horas antes de la fiesta está pasando eso en el Camp Nou. "Estuve en las anteriores coronaciones de la Champions -dice, y lo demostraba con los recuerdo de sus 60 y pico de años-, pero este equipo es el mejor. Y esa Pulga tío, joder. Qué suerte que tenéis los argentinos.", dice Tomás, una de las cientas de personas que visitaron el Museu de Barcelona, que se ingresa cruzando la explanada exterior.
El fuego que lo consumía por dentro y por fuera en otro día agobiante de Barcelona hace despotricar contra cualquier cosa. Mucho más porque no abrían las puertas para poder entrar. Cientos de juegos de luces, otros tantos escudos de Barcelona y un inmenso espacio para el escenario central. Catalanes a un costado de los preparativos; esperaban por la fiesta. El grueso de un público que se sentía más como en un teatro que como en un estadio de fútbol, logró enterarse por fin de que se trataba cuando vio llegar uno por uno a los jugadores del Barca campeón, un equipo que quedará en la historia.
En la llegada al Estadio, miles de hinchas continuaron la celebración de la triple corona que consiguió Barcelona. La voz del estadio comenzó a presentar jugador por jugador, y cuando llegó el turno de Messi, cayó la ovación más fuerte de los hinchas para la Pulga.
Tras la presentación, los jugadores comenzaron a hablar para los hinchas. Pasaron Puyol, Guardiola (el DT), Valdez, Xavi, Iniesta y Yayá Touré. Luego llegó la oportunidad de Messi, uno de los más enfervorizados. La Pulga comenzó a gritar con voz afónica "querían las tres, acá tienen las tres". "Vamos a festejar, una vez más gracias por todo, viva Barca y viva Cataluña", continuó la Pulga quien terminó alzado por sus compañeros.
Previo al festejo en el estadio, el plantel recorrió toda la ciudad, donde fue escoltado por miles de hinchas. Todo el equipo de Barcelona aterrizó en el aeropuerto de El Prat y comenzó a recorrer la ciudad, en una caravana que terminará en el estadio Camp Nou. Banderas colgadas de los balcones, miles de personas con bufandas, insignias, banderas y otros distintivos azulgranas, recorren junto con el ómnibus las calles de Barcelona y fetejan al paso de la comitiva.
En los trenes, en las calles rumbo al estadio conviven la pasión, las lágrimas, la emoción. No se ven problemas como los de anoche que repite la TV. Los principales puntos de la ciudad brindaban por los campeones, que se paseaban en ómnibus descapotable con la "Orejona" plateada en lo más alto. Vestidos con las camisetas que recuerdan el triplete y con todos los nombres del plantel en la espalda.
Había unos cuantos refunfuñando cerca de las puertas y sin saber si podrian entrar, cuatro horas antes de la fiesta está pasando eso en el Camp Nou. "Estuve en las anteriores coronaciones de la Champions -dice, y lo demostraba con los recuerdo de sus 60 y pico de años-, pero este equipo es el mejor. Y esa Pulga tío, joder. Qué suerte que tenéis los argentinos.", dice Tomás, una de las cientas de personas que visitaron el Museu de Barcelona, que se ingresa cruzando la explanada exterior.
El fuego que lo consumía por dentro y por fuera en otro día agobiante de Barcelona hace despotricar contra cualquier cosa. Mucho más porque no abrían las puertas para poder entrar. Cientos de juegos de luces, otros tantos escudos de Barcelona y un inmenso espacio para el escenario central. Catalanes a un costado de los preparativos; esperaban por la fiesta. El grueso de un público que se sentía más como en un teatro que como en un estadio de fútbol, logró enterarse por fin de que se trataba cuando vio llegar uno por uno a los jugadores del Barca campeón, un equipo que quedará en la historia.