El alboroto entre el Gobierno argentino y venezolano que desató la charla entre los presidentes de Venezuela y Brasil parece volver a tener su punto más ridículo.

El propio presidente de Venezuela, Hugo Chávez, a través de un comunicado de Cancillería, aseguró que su charla con Lula da Silva fue en tono de "broma".

Este escueto y extraño argumento, poco serio además para un presidente, se dio luego de que la presidenta argentina Cristina Kirchner le exigiera a Chávez que aclarara públicamente si tendría preferencias con las empresas brasileñas radicadas en Venezuela.

En la carta oficial que envió a la Cancillería argentina, Chávez ataca con dureza a la prensa argentina y señala que "estos medios de comunicación han buscado manipular un comentario que, en tono de broma, hiciera el Presidente de la República Bolivariana de Venezuela durante una reunión de trabajo con su homólogo brasileño".

"El Gobierno venezolano rechaza el intento de manipulación que algunos medios de comunicación han hecho de este cable noticioso, y ratifica todo su respeto y su confianza por el pueblo argentino, por su gobierno y por los empresarios argentinos, con quienes nos une una relación estrecha y de trabajo productivo", dice Chávez en el duro comunicado.