Sin lujos y con demasiado esfuerzo, Boca se llevó un significativo triunfo al imponerse por 1 a 0 a Nueva Chicago, en un emotivo encuentro disputado hoy en el barrio porteño de Mataderos.

Como a River Colón le empató sobre la hora y San Lorenzo había perdido con Lanús, el xeneize volvió a quedar solo en la cima del Apertura. Además, aún tiene pendiente el segundo tiempo del partido que pierde 1 a 0 con Gimnasia de La Plata.

El mediocampista Neri Cardozo, a los 11 minutos de la parte inicial, anotó el único gol del encuentro, que le permitió a su equipo mantener la punta.

Boca pudo aumentar cerca del final, cuando un remate de Franzoia dio en el travesaño y picó dentro del arco, pero el árbitro Carlos Maglio no lo convalidó.

Más allá de esto, el equipo de Ricardo La Volpe pasó varios momentos de zozobra, sobre todo en la segunda parte, y sostuvo la ventaja obtenida gracias a su solidez defensiva.

Una incursión de Cardozo, desde la izquierda hacia el medio, terminó con un tiro mordido del volante, en la primera aproximación de Boca.

La segunda terminó en gol, cuando Palacio desbordó por la derecha, y su centro exacto terminó con un cabezazo de Cardozo para marcar el desnivel.

Después, Boca pasó un largo trecho sin inquietar a la defensa rival, hasta que Palacio volvió a desequilibrar por derecha, dejó solo a Palermo, pero éste remató débil a las manos de Vega.

En el final de la parte inicial Chicago tuvo dos ocasiones claras con sendos remates: uno de Higuaín y otro de Zarif, que sacó Bobadilla.

Obligado, Chicago salió a presionar en la segunda parte y sorprendió a Boca, a punto tal que estuvo cerca de anotar en el arranque, primero con un cabezazo de Nicolás Sánchez, después con un violento zurdazo de Higuaín.

Con esa postura, Chicago obligó a su oponente a jugar de contragolpe, pero ni siquiera así Boca generó situaciones de riesgo.

Boca estaba perdido, sin reacción y encerrado en su propio campo, aunque aguantó bien parado el vendaval, cuando Chicago se le fue encima y generó otras cuatro situaciones claras para empatar.

Lo tuvo Higuaín, con un tiro de derecha, también Carranza, pero encontró bien parado a Bobadilla, una de las figuras de su equipo.

Fueron diez minutos de desconcierto para Boca, que además sufrió con un cabezazo de Fernández y otro tiro de Mattiuzzo, hasta que pudo soltarse.

De contragolpe, Boca se despertó en el final y pudo aumentar, sobre todo cuando Franzoia definió con categoría ante la salida del arquero, el remate dio en el travesaño y fue gol, ni el asistente (Alberto Barrientos) ni el árbitro se percataron de que fue gol.

Después, con Chicago jugado en ataque, Dátolo desperdició otra posibilidad y en la última, Gago quiso definir de emboquillada, pero Vega salvó su arco.