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Furioso, Kirchner ordenó hacer silencio a su tropa
Crispado, el jefe del PJ ordenó a sus hombres no hablar más de si asumirán una banca o no. Busca así evitar que la oposición marque la agenda de la campaña
14 de mayo de 2009
El creciente debate por las candidaturas testimoniales comenzó a generar nerviosismo en el gobierno de Cristina Kirchner, asegura La Nación.
El oficialismo entrevé que la oposición quiere imponer esa polémica como eje de la campaña electoral, por lo que el ex presidente Néstor Kirchner fijó una estrategia desde Olivos: "Que no hablen de si asumirán o no sus bancas". Todo debe quedar en el plano de la ambigüedad para no darles argumentos a los jueces, fue la orden tajante.
Esa línea discursiva abarca a varios candidatos y todos descuentan que será difícil sostenerla hasta después de las elecciones del 28 de junio próximo, como dispuso el jefe del PJ. El argumento formal al que se aferrarán es el siguiente: no existen pruebas jurídicas de que no asumirán los cargos legislativos. Aunque por lo bajo admiten que continuarán en sus funciones actuales.
La preocupación se profundizó luego de la impugnación judicial del opositor Acuerdo Cívico y Social (ACS), que lidera Elisa Carrió, ante el juzgado federal con competencia electoral bonaerense que dirige el juez Manuel Blanco. El magistrado confirmó ayer que el recurso terminará en la Corte (ver aparte).
El recurso fue interpuesto por el presidente de la UCR, Gerardo Morales, y por el candidato a diputado de ACS, Ricardo Gil Lavedra. Se basa en que esas candidaturas inducen al engaño y en que el artículo 73 de la Constitución le prohíbe expresamente a un gobernador asumir una banca en el Congreso.
Los afectados por la impugnación son el gobernador bonaerense, Daniel Scioli, el vicegobernador, Alberto Balestrini, el jefe del Gabinete, Sergio Massa, y más de 60 intendentes de la provincia que se postularon como candidatos a concejales o a diputados provinciales para fortalecer a la lista oficialista, pero no asumirán.
Contra reloj, el diputado y apoderado del PJ, Jorge Landau, se encerró ayer en sus oficinas para redactar la apelación del oficialismo, que podría presentar hoy, si la termina, aunque tiene tres días, según el plazo que le otorgó el juez. Su intención es dar por cerrado el tema en la Justicia para que no siga creciendo y que ninguno de los candidatos admita públicamente su intención previa de no asumir su banca para no darle argumentos a la Justicia en su contra.
Sin pruebas
Es que su defensa se basará en que no existen pruebas de que existe una premeditada intención de engañar al electorado, más que una declaración periodística de Scioli a la que no considera clara.
En función de ello, Landau coordinó junto a Scioli y a Kirchner la estrategia, hace ya varios días. Los popes del PJ concluyeron que todos los candidatos testimoniales no deberían dar pistas certeras acerca de si asumirán o no sus bancas y que en todo caso deberían decir que sí lo harán, como hizo Kirchner anteayer.
Scioli y Massa integran la lista de candidatos a diputado nacional del Frente para la Victoria que lidera Kirchner. Balestrini, en tanto, es el jefe político de La Matanza y el primer candidato a diputado provincial por al tercera sección electoral, núcleo duro del conurbano bonaerense.
Todos ellos ocupan funciones institucionales y, según constató ayer LA NACION de fuentes inobjetables, saben que no asumirán sus bancas tras el 28 de junio si resultan elegidos, como se descuenta. "Ni Scioli ni Balestrini van a asumir la banca. Pero la estrategia será dejarlo en un plano ambiguo y difuso hasta después de las elecciones", dijo a LA NACION un operador clave del peronismo bonaerense.
Precisamente, el jefe del Gabinete, Massa, evitó dar una definición sobre su futuro político. Cuando LA NACION lo consultó en la Casa Rosada sobre la impugnación, el ministro hizo un rodeo. "Tengo una responsabilidad como jefe del Gabinete. No vamos a cerrar el Gobierno por la campaña electoral, tenemos que resolver problemas."
Sobre su asunción o no de la banca, fue evasivo: "Durante la campaña voy a hablar mucho con la gente de mi distrito, Tigre, y haré lo que la gente de Tigre me pida, si le sirve como respuesta".
El oficialismo entrevé que la oposición quiere imponer esa polémica como eje de la campaña electoral, por lo que el ex presidente Néstor Kirchner fijó una estrategia desde Olivos: "Que no hablen de si asumirán o no sus bancas". Todo debe quedar en el plano de la ambigüedad para no darles argumentos a los jueces, fue la orden tajante.
Esa línea discursiva abarca a varios candidatos y todos descuentan que será difícil sostenerla hasta después de las elecciones del 28 de junio próximo, como dispuso el jefe del PJ. El argumento formal al que se aferrarán es el siguiente: no existen pruebas jurídicas de que no asumirán los cargos legislativos. Aunque por lo bajo admiten que continuarán en sus funciones actuales.
La preocupación se profundizó luego de la impugnación judicial del opositor Acuerdo Cívico y Social (ACS), que lidera Elisa Carrió, ante el juzgado federal con competencia electoral bonaerense que dirige el juez Manuel Blanco. El magistrado confirmó ayer que el recurso terminará en la Corte (ver aparte).
El recurso fue interpuesto por el presidente de la UCR, Gerardo Morales, y por el candidato a diputado de ACS, Ricardo Gil Lavedra. Se basa en que esas candidaturas inducen al engaño y en que el artículo 73 de la Constitución le prohíbe expresamente a un gobernador asumir una banca en el Congreso.
Los afectados por la impugnación son el gobernador bonaerense, Daniel Scioli, el vicegobernador, Alberto Balestrini, el jefe del Gabinete, Sergio Massa, y más de 60 intendentes de la provincia que se postularon como candidatos a concejales o a diputados provinciales para fortalecer a la lista oficialista, pero no asumirán.
Contra reloj, el diputado y apoderado del PJ, Jorge Landau, se encerró ayer en sus oficinas para redactar la apelación del oficialismo, que podría presentar hoy, si la termina, aunque tiene tres días, según el plazo que le otorgó el juez. Su intención es dar por cerrado el tema en la Justicia para que no siga creciendo y que ninguno de los candidatos admita públicamente su intención previa de no asumir su banca para no darle argumentos a la Justicia en su contra.
Sin pruebas
Es que su defensa se basará en que no existen pruebas de que existe una premeditada intención de engañar al electorado, más que una declaración periodística de Scioli a la que no considera clara.
En función de ello, Landau coordinó junto a Scioli y a Kirchner la estrategia, hace ya varios días. Los popes del PJ concluyeron que todos los candidatos testimoniales no deberían dar pistas certeras acerca de si asumirán o no sus bancas y que en todo caso deberían decir que sí lo harán, como hizo Kirchner anteayer.
Scioli y Massa integran la lista de candidatos a diputado nacional del Frente para la Victoria que lidera Kirchner. Balestrini, en tanto, es el jefe político de La Matanza y el primer candidato a diputado provincial por al tercera sección electoral, núcleo duro del conurbano bonaerense.
Todos ellos ocupan funciones institucionales y, según constató ayer LA NACION de fuentes inobjetables, saben que no asumirán sus bancas tras el 28 de junio si resultan elegidos, como se descuenta. "Ni Scioli ni Balestrini van a asumir la banca. Pero la estrategia será dejarlo en un plano ambiguo y difuso hasta después de las elecciones", dijo a LA NACION un operador clave del peronismo bonaerense.
Precisamente, el jefe del Gabinete, Massa, evitó dar una definición sobre su futuro político. Cuando LA NACION lo consultó en la Casa Rosada sobre la impugnación, el ministro hizo un rodeo. "Tengo una responsabilidad como jefe del Gabinete. No vamos a cerrar el Gobierno por la campaña electoral, tenemos que resolver problemas."
Sobre su asunción o no de la banca, fue evasivo: "Durante la campaña voy a hablar mucho con la gente de mi distrito, Tigre, y haré lo que la gente de Tigre me pida, si le sirve como respuesta".