El humorista Cristian Dzwonik (Nik), quien participa como guionista de Gran Cuñado 2009, reveló que recibió amenazas pero buscó bajarle el tono:

"Efectivamente, hubo una amenaza al guionista oficial Pablo Semmartín, a su celular, y lo que me pasó a mí no es muy distinto de lo que me pasa habitualmente, porque soy humorista político", ironizó el genial creativo.

"Recibí mails con tono amenazante -confirmó-, pero no es muy distinto de lo que me ha sucedido durante los gobiernos de Menem, de Duhalde o de De la Rúa. Trabajo desde hace mucho con humor político y por los chistes más fuertes a veces recibo mails de este tenor y no digo nada porque considero que son gajes del oficio."

"Estimó que estos hechos se amplifican 40 días antes de las elecciones, por tratarse de un programa popular de alta audiencia y por la vuelta del humor político a la televisión después de cinco años. Sí se ha dado en la prensa gráfica o en la radio", apuntó (bien lo conocen los lectores de LA NACION, que lo miran cada día).

"Soy una pequeña partícula, un engranaje de un gran equipo", comentó Nik, al señalar que son muchos quienes intervienen en la mesa en que se va gestando el programa.

Destacó que todos aportan: desde el histrionismo de los actores, "que hacen creíble o no un personaje", hasta el equipo de máscaras y maquillajes, la producción y los guionistas.

Aunque intentó restarle importancia al tema, Nik estimó de más cuidado la amenaza a Semmartín, a quien le mencionaron sus datos particulares en la llamada recibida.

"El programa va a seguir saliendo y tratando de reflejar la realidad que vemos. Es un show humorístico, sin otra intencionalidad ni trasfondo. Tratamos a todos con la misma dureza que exige la sátira", argumentó Nik.