La presidente Cristina Kirchner anunció en la quinta de Olivos la creación de un "fondo federal solidario" coparticipable. Será financiado con lo recaudado por las retenciones a la oleaginosa.

En el marco que el Gobierno se reserva para los grandes anuncios, la presidenta Cristina Kirchner usó el efecto sorpresa que ya es habitual y presentó un cambio en las retenciones de la soja, aunque seguramente no el que los productores esperaban: a partir de ahora los fondos que el Estado nacional obtenga por los derechos de exportación serán coparticipables, es decir repartidos a las provincias y a los municipios.

El nuevo mecanismo lleva el nombre de Fondo Federal Solidario e implica, según lo anunció la jefa de Estado, una distribución del 70 por ciento para el Estado nacional y un 30 por ciento para las provincias, que deberán reproducir el esquema en relación a los municipios.

En un año electoral, y a apenas tres meses de los comicios nacionales si prospera el proyecto oficial para adelantarlos a junio, el cambio implica una inyección de fondos para los gobernadores. Será por decreto y la distribución del 30 por ciento que corresponde a las provincias se hará con los mismos coeficientes con los que se regula la coparticipación.

Según el cálculo oficial, las provincias recibirán 6.520 millones de pesos más, cerca del 11 por ciento más de lo que se distribuye hoy por hoy en la masa coparticipable.

El principal justificativo para la modificación fue la crisis financiera internacional. Cristina Kirchner admitió que la recaudación "ha crecido menos" y que esto "tiene impacto en las economías provinciales y municipales".

Además, sostuvo que "es preciso articular una alianza que no tiene que ver con intereses políticos partidarios sino con la defensa de los intereses de todos los argentinos".

Cristina puntualizó que "se están tomando medidas para la industria" y añadió que "podremos hacer frente entre todos a esta espinosa situación internacional que no hemos provocado y nos golpea".

Fue en la residencia presidencial de Olivos, ante todos los ministros del Gabinete nacional y una nutrida concurrencia de gobernadores afines, intendentes, legisladores y dirigentes sindicales.

Habrá que ver qué impacto tiene la decisión en los productores rurales en pie de guerra. Durante toda la jornada habían circulado versiones de todo color sobre el anuncio y en varios puntos del país había crecido la expectativa a la vera de las rutas. Incluso, en algunas zonas de Entre Ríos, Córdoba y la provincia de Buenos Aires directamente se optó por bloquear los pasos.

La presidente Cristina Kirchner afirmó en Olivos ante funcionarios, legisladores, ministros, gobernadores y sindicalistas que "los fondos coparticipables por la soja serán remitidos en forma automática y serán destinados a infraestructura social, es decir, viviendas, escuelas, agua potable y cloacas".

"Esta reasignación de recursos irá directamente al sostenimiento de la actividad económica para impactar en la calidad de vida de la gente. Siempre he defendido los derechos de las provincias y del federalismo. Por primera vez se compartirá con provincias y municipios para que en momentos de crisis ese federalismo no se relacione solo con la coparticipación", dijo la Presidente.

"El superávit fiscal ha sido superior a los 1.600 millones de pesos", dijo, y añadió que "es cierto que la recaudación ha sido menor".

"Esto impacta en las economías provinciales y en las comunas. Por eso he tomado una decisión: se creará un fondo federal solidario con los derechos de exportación a la soja para ser coparticipado con esas provincias y municipios, con el mismo sistema de la ley de cheque; 70 por ciento para la Nación y 30 para las provincias", dijo la Presidente.