El equipo de Russo ofreció otra pálida actuación, careció de variantes para lastimar al equipo paraguayo y se retiró abucheado por su gente.

San Lorenzo sigue sin encontrar su rumbo futbolístico y volvió a caer por el Grupo 8 de la Copa Libertadores, complicando su chance de conseguir el pasaje a la siguiente ronda. Fue derroto por 1-0 ante Libertad, con gol de Aguirre en contra. El equipo se retiró abucheado por la multitud que copó el Nuevo Gasómetro debido al magro nivel que exhibió a lo largo de todo el partido.

Careció de caudal futbolístico el equipo de Russo. Y lo pagó caro. Desde el comienzo, Libertad, que se mostró con mucho aplomo y confianza, dejó en claro lo que venía a buscar. Jugó el partido lejos de su arco y presionó a Gonzalo Bergessio y a Papu Gómez, a punto tal de no permitirle al Cuervo ni una llegada franca de gol en toda la primera etapa.

El ex Arsenal intentó ser el conductor, pero sus intervenciones terminaron en arrestos individuales aislados, ya que Bergessio y Bruno Fornaroli quedaron aislados, mano a mano con los centrales paraguayos, que mostraron una gran solidez. Por eso, las ilusiones del Cuervo radicaban en algún desborde de Diego Rivero o de Adrián González.

Por su parte, Libertad mostró a Vladimir Marín en un gran nivel, desbordando por izquierda e inquietando con sus remates de media distancia. Además, el peruano Luis Ramírez inquietó constantemente y, aunque la primera parte se fue en empate, la superioridad de los paraguayos hacía prever un desenlace poco feliz para el Cuervo.

Y pegó enseguida el equipo de Javier Torrente en el complemento. Ramírez la aguantó y esperó la subida de Miguel Samudio, quien ingresó solo por izquierda y remató cruzado. Hilario Navarro, de buena actuación, dio rebote y Gastón Aguirre se llevó la pelota por delante y puso involuntariamente el 1-0 que tenía sabor a justicia.

Después del gol, se acentuaron las deficiencias de San Lorenzo. No tuvo circuitos de juego, y la llegada de los volantes por los costados no lastimó. Cristian Ledesma nunca pudo convertirse en el eje del equipo, de hecho salió reemplazado, y Bergessio no logró deshacerse de la pegajosa y efectiva marca de Julio Manzur.

Apenas un desborde de PapuGómez, que terminó en un furioso zurdazo del volante despejado por Jorge Bava, también de destacado rendimiento, fue lo que generó el Cuervo. No mucho más. Centros y más centros, controlados por Bava y los centrales paraguayos, fueron el arma, desesperada por cierto, elegida, pero el empate no llegó.

Fue 1-0 para Libertad, que con este resultado consiguió su clasificación a la siguiente ronda. Por su parte, el equipo de Russo depende de lo que pase más tarde con Universitario y San Luis. De todos modos, aunque la clasificación aún es factible, la preocupación quedó instalada en el Bajo Flores.

Antes del final, Marín sufrió un desmayo y debió retirarse en ambulancia, dando un gran susto a todos los presentes. El volante fue trasladado directamente al hospital Piñeiro, donde luego de realizarle los estudios pertinentes, le dieron el alta y el colombiano volverá a Asunción junto a sus compañeros.