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Morgan Stanley, cada vez más pesimista con la Argentina
Los analistas de Wall Street son cada vez más pesimistas frente a la realidad local. Contracción economica y un fuerte deterioro de la política, algunas de las causas
18 de marzo de 2009
Los principales analistas de Wall Street son cada vez más pesimistas frente a la realidad argentina. Algunos de los grandes bancos de inversión, de hecho, están volviendo a revisar (a la baja, claro) algunas de sus estimaciones macro que tenían para el país este año. Uno de ellos es Morgan Stanley.
La entidad financiera advirtió que “en el marco de un escenario global más desafiante”, la economía argentina podría contraerse este año ya no en un 2,2%, como habían previsto inicialmente, sino hasta el 4,7%. De la misma manera, en 2010, la actividad caería cerca 0,1%, desde el 1% original. Asimismo, el banco informó que modificó su proyección de tipo de cambio para fin de 2009 de $4,5 por dólar a $4,8. Desde Morgan Stanley dan tres argumentos a favor de una mayor y más prolongada contracción, según informa el diario El Cronista.
En primer lugar, detalla el informe, se ve un significativo deterioro de la política como consecuencia de la nacionalización de la industria de fondos de pensiones, el creciente proteccionismo, además del riesgo de un mayor desgaste aún en la medida en que se dañen los factores que hacen al clima de negocios y a la confianza de los consumidores.
En segundo lugar, señala que la política de proteccionismo ante las importaciones a través de la debilidad del tipo de cambio, la cual había hecho crecer el empleo doméstico y los salarios en los últimos cinco años, ha quedado sin efecto. “Es que las autoridades ya no pueden impulsar una rápida depreciación de la moneda porque esto podría generar problemas en el sistema financiero local, y así, el peso se ha quedado atrás respecto de otras divisas de la región que sí se han devaluado fuertemente, como el real brasileño. En este contexto, el actual período de debilidad económica mundial es posible que se traduzca en una más profunda y duradera retracción económica a nivel local”, subraya.
Finalmente, explica, la desaceleración en términos de comercio exterior, debido a la caída del precio de las materias primas, es un factor significativo que afecta la cuenta corriente de la Argentina. “Una aguda y prolongada recesión económica, acompañada de una creciente intervención estatal y de políticas heterodoxas podrían tener un impacto social adverso y minar la estabilidad política del país”, sentencia Morgan.
La entidad financiera advirtió que “en el marco de un escenario global más desafiante”, la economía argentina podría contraerse este año ya no en un 2,2%, como habían previsto inicialmente, sino hasta el 4,7%. De la misma manera, en 2010, la actividad caería cerca 0,1%, desde el 1% original. Asimismo, el banco informó que modificó su proyección de tipo de cambio para fin de 2009 de $4,5 por dólar a $4,8. Desde Morgan Stanley dan tres argumentos a favor de una mayor y más prolongada contracción, según informa el diario El Cronista.
En primer lugar, detalla el informe, se ve un significativo deterioro de la política como consecuencia de la nacionalización de la industria de fondos de pensiones, el creciente proteccionismo, además del riesgo de un mayor desgaste aún en la medida en que se dañen los factores que hacen al clima de negocios y a la confianza de los consumidores.
En segundo lugar, señala que la política de proteccionismo ante las importaciones a través de la debilidad del tipo de cambio, la cual había hecho crecer el empleo doméstico y los salarios en los últimos cinco años, ha quedado sin efecto. “Es que las autoridades ya no pueden impulsar una rápida depreciación de la moneda porque esto podría generar problemas en el sistema financiero local, y así, el peso se ha quedado atrás respecto de otras divisas de la región que sí se han devaluado fuertemente, como el real brasileño. En este contexto, el actual período de debilidad económica mundial es posible que se traduzca en una más profunda y duradera retracción económica a nivel local”, subraya.
Finalmente, explica, la desaceleración en términos de comercio exterior, debido a la caída del precio de las materias primas, es un factor significativo que afecta la cuenta corriente de la Argentina. “Una aguda y prolongada recesión económica, acompañada de una creciente intervención estatal y de políticas heterodoxas podrían tener un impacto social adverso y minar la estabilidad política del país”, sentencia Morgan.