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Kirchner se fue de boca y se la agarró con la prensa
El ex presidente dijo que el PJ mantuvo su puntaje histórico en Catamarca y criticó a los medios por la lectura del resultado. Otra vez la prensa la culpable de errores ajenos
10 de marzo de 2009
En medio de las fuertes declaraciones opositoras que lo sindican como el padre de la derrota en las elecciones de Catamarca, Néstor Kirchner salió ayer a defender su participación en la campaña electoral de esa provincia y se despachó a gusto contra la prensa por la interpretación del resultado. En un acto partidario realizado en Caseros, partido de Tres de Febrero, dijo que el PJ de Catamarca “logró mantener su puntaje histórico” y subrayó que el oficialismo provincial, encabezado por el gobernador radical Eduardo Brizuela del Moral, “bajó 17 puntos” en comparación con la última elección.
“Escuchando a un medio de difusión, Clarín, me enteré que habíamos sufrido una fuerte derrota en Catamarca y que no debía haber ido. Como titular del PJ, voy a ir hasta el último pueblito para apoyar a este movimiento transformador, porque nosotros no lucramos sino que tenemos convicciones”, dijo Kirchner.
El ex presidente hizo esta declaraciones acompañado por el intendente justicialista Hugo Curto; el ministro del Interior, Florencio Randazzo; la nieta de Eva Perón, Cristina Alvarez Rodríguez; el diputado nacional José Díaz Bancalari; el secretario de Obras Públicas de la Nación, José López, y la boxeadora Marcela ‘Tigresa’ Acuña.
No fue todo. Kirchner también se refirió a dos temas que hasta hace algunos meses no estaban en la agenda gubernamental: el problema de la inseguridad y los efectos que la crisis económica mundial tendrá en el país.
Consideró que los funcionarios deberían “tener menos discursos y trabajar más, salir a la calle y desburocratizarse para acompañar al pueblo en la lucha por la seguridad”. E instó a “trabajar todos juntos y siendo imaginativo”. “Se trata de un flagelo pero tengo fe en la resolución del problema sin banderías políticas ni mezquindades”, agregó.
También criticó, aunque sin mencionarlo, al diputado del peronismo opositor Felipe Solá.“¿Cómo puede ser que algunos que les tocó gobernar esta provincia durante muchos años y no pudieron resolver el tema, hoy se quieren convertir en rectores?”, se preguntó.
Kirchner también le deseó suerte al gobierno de Estados Unidos para que emerja cuando antes de la crisis y aclaró que el 2009 es “el año más difícil de los últimos 100 años para la Argentina”. “Esta crisis es más difícil que la de 2001”, afirmó. Sin embargo, señaló que “se está dando en el país una batalla extraordinaria por el crecimiento” nacional.
“Afrontamos la más profunda crisis internacional desde 1930 y, sin embargo, hay empleo y 47 mil millones de reservas. No se puede perder ni un puesto de trabajo y que lo sepan los empresarios, a quienes queremos mucho. Pero nosotros somos esa garantía”, dijo Kirchner.
También manifestó que “Cristina tiene muchas más ganas que nunca de luchar” y consideró preciso “demostrar que la Argentina puede, consolidar el amor y la convivencia”. “Sólo de esa forma, casa por casa y con la verdad, podremos transformar definitivamente el país, recordando a nuestros próceres”, concluyó.
“Escuchando a un medio de difusión, Clarín, me enteré que habíamos sufrido una fuerte derrota en Catamarca y que no debía haber ido. Como titular del PJ, voy a ir hasta el último pueblito para apoyar a este movimiento transformador, porque nosotros no lucramos sino que tenemos convicciones”, dijo Kirchner.
El ex presidente hizo esta declaraciones acompañado por el intendente justicialista Hugo Curto; el ministro del Interior, Florencio Randazzo; la nieta de Eva Perón, Cristina Alvarez Rodríguez; el diputado nacional José Díaz Bancalari; el secretario de Obras Públicas de la Nación, José López, y la boxeadora Marcela ‘Tigresa’ Acuña.
No fue todo. Kirchner también se refirió a dos temas que hasta hace algunos meses no estaban en la agenda gubernamental: el problema de la inseguridad y los efectos que la crisis económica mundial tendrá en el país.
Consideró que los funcionarios deberían “tener menos discursos y trabajar más, salir a la calle y desburocratizarse para acompañar al pueblo en la lucha por la seguridad”. E instó a “trabajar todos juntos y siendo imaginativo”. “Se trata de un flagelo pero tengo fe en la resolución del problema sin banderías políticas ni mezquindades”, agregó.
También criticó, aunque sin mencionarlo, al diputado del peronismo opositor Felipe Solá.“¿Cómo puede ser que algunos que les tocó gobernar esta provincia durante muchos años y no pudieron resolver el tema, hoy se quieren convertir en rectores?”, se preguntó.
Kirchner también le deseó suerte al gobierno de Estados Unidos para que emerja cuando antes de la crisis y aclaró que el 2009 es “el año más difícil de los últimos 100 años para la Argentina”. “Esta crisis es más difícil que la de 2001”, afirmó. Sin embargo, señaló que “se está dando en el país una batalla extraordinaria por el crecimiento” nacional.
“Afrontamos la más profunda crisis internacional desde 1930 y, sin embargo, hay empleo y 47 mil millones de reservas. No se puede perder ni un puesto de trabajo y que lo sepan los empresarios, a quienes queremos mucho. Pero nosotros somos esa garantía”, dijo Kirchner.
También manifestó que “Cristina tiene muchas más ganas que nunca de luchar” y consideró preciso “demostrar que la Argentina puede, consolidar el amor y la convivencia”. “Sólo de esa forma, casa por casa y con la verdad, podremos transformar definitivamente el país, recordando a nuestros próceres”, concluyó.