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Expoagro 2009, el oro y el barro
Mucho calor político en la mega exposición del agro. La inauguró Cobos y estuvieron Macri, Solá y De Narváez. El potencial del campo y el barro de la lluvia
6 de marzo de 2009
Por Roberto Aguirre Blanco, enviado especial a Expoagro 2009
Después de tanta agua salió el sol.
Dejó barro, mucho, pero eso no impidió que una multitud de desde temprano hiciera más de cinco kilómetros de cola en la ruta 9 para poder ingresar al predio de 500 hectáreas, armado a la vera del camino en Theobald, provincia de Santa Fe.
Esa misma devoción de la gente que se lanzó a la muestra luego de dos días de postergaciones por la lluvia que azotó esta zona, fue la misma que sintieron los políticos opositores y algún oficialista para estar presentes en el día de inauguración.
No faltó nadie de los que podrían venir, algunos con artilugios para evitar una foto incómoda (Daniel Scioli), otros disfrutando su día de gloria (Julio Cobos), y un terceto que se las trae (Mauricio Macri, Francisco De Narváez y Felipe Solá).
Casi con el alba, detrás de los primeros visitantes que ingresaron al predio, pareció el gobernador bonaerense, que muy apurado hizo su trabajo con un reloj en la manos y el deseo de irse lo más pronto posible.
Caminó entre el barro unos metros, fue al stand de su provincia, anunció una línea de créditos y se fugó rumbo a la quinta de Olivos donde los esperaba un acto institucional con la presidenta Cristina Kirchner.
La salida veloz tenía un solo motivo: no estar en la foto de la inauguración oficial donde dos dirigentes, ahora opositores, el vicepresidente Cobos y el gobernador de Santa Fe, Hermes Binner, tendría su minuto de fama mediática.
Así fue: la llegada fue caótica y la recorrida por algunos de los caminos de tierra y barro con agua, un desafío tan exigente como el Rally Dakar.
“Hay que hacerle un monumento”, gritó una señora con un coqueto gorro de paja al verlo pasar al vicepresidente Cobos, quien no paró de recibir saludos y apretones de mano.
“¡Cobos para todo el mundo!”, gritó una mujer policía que cuidaba un stand provincial y mostró que el compañero de fórmula de Cristina Kirchner, el hombre de “voto no positivo”, a siete meses de ese acto, su fama goza de buena salud.
Si bien venían juntos con Binner, la muchedumbre los separó y en la espera, ya acalorado, Cobos se quitó el incómodo saco y se arremangó al camisa, mientras decenas de mujeres pedían a gritos una foto con él.
“Cobos dice que lo espera para ir juntos”, le dijo un funcionario de la gobernación a Binner, expresión que permitió una obligada pregunta periodística: “¿También los espera para el 2011, gobernador?, a lo cual el mandatario provincial respondió con una sonrisa cómplice.
Luego de esa recorrida que se extendió por más de una hora y media, aparecieron muy juntitos, la nueva alianza opositora, Macri, De Narváez y Solá, quienes respetaron la puesta en escena y esperaron la salida de Cobos.
Hablaron de compromiso con la gente del campo, de apoyos legislativos, pero no quisieron hablar de elecciones ni listas, un tema que los periodistas preguntaron con ansiedad.
En el termómetro popular Cobos se llevó los aplausos y el trío mas mentado solo gestos de leve apoyo.
Luego de este inicio de calor político, la mega exposición explotó en concurrencia y en calor climático que no hizo decaer el interés del público por recorrer todos los stands e informarse de las novedades tecnológicas.
Si bien la crisis está muy latente, la exposición la disimuló bastante bien, aunque ante una recorrida de asteriscos,Tv por los stands de maquinaria y accesorios pudo constatar que hay “muchas consultas y pocos negocios”.
La fiesta seguirá hasta el domingo inclusive, como también se vive en las adyacencias del lugar donde productores enojados montaron una Expoagro paralela con carteles y banderas de protesta contra la política del gobierno.
Después de tanta agua salió el sol.
Dejó barro, mucho, pero eso no impidió que una multitud de desde temprano hiciera más de cinco kilómetros de cola en la ruta 9 para poder ingresar al predio de 500 hectáreas, armado a la vera del camino en Theobald, provincia de Santa Fe.
Esa misma devoción de la gente que se lanzó a la muestra luego de dos días de postergaciones por la lluvia que azotó esta zona, fue la misma que sintieron los políticos opositores y algún oficialista para estar presentes en el día de inauguración.
No faltó nadie de los que podrían venir, algunos con artilugios para evitar una foto incómoda (Daniel Scioli), otros disfrutando su día de gloria (Julio Cobos), y un terceto que se las trae (Mauricio Macri, Francisco De Narváez y Felipe Solá).
Casi con el alba, detrás de los primeros visitantes que ingresaron al predio, pareció el gobernador bonaerense, que muy apurado hizo su trabajo con un reloj en la manos y el deseo de irse lo más pronto posible.
Caminó entre el barro unos metros, fue al stand de su provincia, anunció una línea de créditos y se fugó rumbo a la quinta de Olivos donde los esperaba un acto institucional con la presidenta Cristina Kirchner.
La salida veloz tenía un solo motivo: no estar en la foto de la inauguración oficial donde dos dirigentes, ahora opositores, el vicepresidente Cobos y el gobernador de Santa Fe, Hermes Binner, tendría su minuto de fama mediática.
Así fue: la llegada fue caótica y la recorrida por algunos de los caminos de tierra y barro con agua, un desafío tan exigente como el Rally Dakar.
“Hay que hacerle un monumento”, gritó una señora con un coqueto gorro de paja al verlo pasar al vicepresidente Cobos, quien no paró de recibir saludos y apretones de mano.
“¡Cobos para todo el mundo!”, gritó una mujer policía que cuidaba un stand provincial y mostró que el compañero de fórmula de Cristina Kirchner, el hombre de “voto no positivo”, a siete meses de ese acto, su fama goza de buena salud.
Si bien venían juntos con Binner, la muchedumbre los separó y en la espera, ya acalorado, Cobos se quitó el incómodo saco y se arremangó al camisa, mientras decenas de mujeres pedían a gritos una foto con él.
“Cobos dice que lo espera para ir juntos”, le dijo un funcionario de la gobernación a Binner, expresión que permitió una obligada pregunta periodística: “¿También los espera para el 2011, gobernador?, a lo cual el mandatario provincial respondió con una sonrisa cómplice.
Luego de esa recorrida que se extendió por más de una hora y media, aparecieron muy juntitos, la nueva alianza opositora, Macri, De Narváez y Solá, quienes respetaron la puesta en escena y esperaron la salida de Cobos.
Hablaron de compromiso con la gente del campo, de apoyos legislativos, pero no quisieron hablar de elecciones ni listas, un tema que los periodistas preguntaron con ansiedad.
En el termómetro popular Cobos se llevó los aplausos y el trío mas mentado solo gestos de leve apoyo.
Luego de este inicio de calor político, la mega exposición explotó en concurrencia y en calor climático que no hizo decaer el interés del público por recorrer todos los stands e informarse de las novedades tecnológicas.
Si bien la crisis está muy latente, la exposición la disimuló bastante bien, aunque ante una recorrida de asteriscos,Tv por los stands de maquinaria y accesorios pudo constatar que hay “muchas consultas y pocos negocios”.
La fiesta seguirá hasta el domingo inclusive, como también se vive en las adyacencias del lugar donde productores enojados montaron una Expoagro paralela con carteles y banderas de protesta contra la política del gobierno.