Conmovida por la muerte a puñaladas de su florista, en un confuso hecho ocurrido en Lomas del Mirador, Susana Giménez pidió "terminar con los derechos humanos de los delincuentes" y consideró que "el que mata, tiene que morir".

La conductora se pronunció de esta manera en la puerta de su casa, en Barrio Parque.

"No hay respeto por la vida", expresó protegida por lentes oscuros. "No se trató de un crimen pasional", afirmó luego.

"Cuando me enteré, creí que me moría. Yo adoraba a Gustavo, fue como si hubiera muerto un hermano; hace 20 años que vivía para mí", manifestó Susana. "Lo ataron con el plástico, le ataron los pies y las manos. ¿Qué les podía hacer a los ladrones?", se preguntó la animadora, tras lo cual calificó de "repugnante" el crimen.

Gustavo Lanzavecchia, de 32 años y diseñador de interiores, murió tras ser apuñalado en su casa de Lomas del Mirador.

Un policía que se encontraba en la vivienda, vestido de civil, resultó herido y se encuentra internado en grave estado.

Según le contaron voceros policiales a la agencia DyN, el policía había llegado hasta el lugar para comprar un vehículo. El coche, un Volkswagen Bora, fue hallado en Pontevedra.

Al parecer, el efectivo se encontró con que el dueño de la vivienda estaba siendo asaltado por delincuentes que, a su vez, trataron también de apuñalarlo.

El policía habría sido sorprendido por un joven que quiso reducirlo, mientras que sus cómplices lanzaron al dueño de casa, ya herido de muerte, a la pileta. Luego escaparon.

Efectivos que llegaron al lugar rescataron al decorador de la pileta y trataron de reanimarlo; luego fue llevado al Hospital Santojanni donde se confirmó que había fallecido.

De acuerdo con fuentes policiales, presentaba cinco puñaladas en glúteos, abdomen y la cabeza.

El policía, en tanto, se encuentra internado con heridas de gravedad.