Sandra Mendoza, esposa del gobernador del Chaco, Jorge Capitanich, y ministra de Salud de la provincia, protagonizó un "día de furia".

Un cartel de obra quedó como improvisado parche para el agujero en una pared del estacionamiento.

Es el único efecto material aún visible en la gobernación chaqueña de un escándalo del que habla por estas horas toda la provincia: una fuerte discusión entre el gobernador Jorge Capitanich y su esposa, la ministra de Salud Sandra Mendoza.

El episodio ocurrió el jueves por la noche y habría tenido como origen la posibilidad de que Capitanich aparte de la cartera a Mendoza, quien ya tiene algunos antecedentes de reacciones intempestivas de su paso por la Legislatura provincial como diputada.

La versión oficial, sin embargo, asegura que la mujer sufrió una crisis diabética, generada por un cambio de medicación.

Fuentes locales citadas por Clarín, además, contaron que Capitanich se habría retirado de la Casa de Gobierno provincial una hora antes del episodio.

Tras el hecho, el hueco en la pared del estacionamiento fue tapado con un cartel de obra y los vehículos dañados sacados rápidamente del lugar.

Hoy, Capitanich y su esposa se mostraron juntos en una actividad oficial, al recibir en la provincia a la ministra de Salud, Graciela Ocaña.