Debido a la gran cantidad de accidentes e incidentes que se registraron en lo que va de este verano, varias provincias establecieron mayores controles de alcoholemia en las calles y rutas que atraviesan sus territorios y con ello, las penalizaciónes.

Los expertos aseguran que la medida que permitiría un cambio drásticamente positivo para combatir la problematica sería implementar el arresto para quienes conduzcan bajo los efectos del alcohol, ya que la ley lo permite, según adelantó el portal INFOBAE.COM.

La ciudad de Mar del Plata fue uno de los ejemplos más claros. Allí, por no pasar el control de alcoholemia el conductor es panado con el secuestro del vehículo y puede sumar hasta el retiro de la licencia de conducir por seis meses.

Pero si bien el caso de esa ciudad balnearia es el más conocido, no se trata de un hecho aislado de control, sino que forma parte de un plan nacional de tolerancia cero con los conductores alcoholizados, informó hoy un matutino.

En Santa Fe, Salta, Tucumán, Bariloche y algunos municipios bonaerenses se les quita el permiso de conducir a quienes no superan el test de alcoholemia y no se descarta que otras ciudades se sumen a esa penalización.

La situación cambiará a mediados de año, cuando esté implementado el registro único de conductores y el sistema de scoring en todo el país.

Las autoridades de la Agencia Nacional de Seguridad Vial recomendarán aplicar todo el rigor de la ley 26.323, promulgada a fines de 2008, que determina incluso el arresto de quien maneja bajo los efectos del alcohol o las drogas.

Por ahora, cada provincia es autónoma para dictar sus normas de tránsito. Por eso un test positivo de alcoholemia puede costar una sanción económica de 300 pesos en Santiago del Estero, 850 pesos en Mendoza o 1500 pesos en Mar del Plata.