Por más que el Gobierno intente minimizar la realidad, los ciudadanos, que caminan todos los días las calles, saben que la inseguridad no se trata de sensaciones, sino de hechos cada vez más feroces.

Un relevamiento estadístico indicó en las últimas semanas que el 80% de los argentinos asevera que la inseguridad recrudeció en el primer mes del año, y cuenta que por esas causas decidió modificar hábitos y costumbres.

Para el 24% de los argentinos el principal problema de la Argentina durante el año pasado fue la inseguridad; le siguieron el desempleo y los problemas económicos, con el 10%; la clase dirigente, con el 9%, y la corrupción y la situación del campo, con el 5 por ciento.

Los índices fueron revelados por Poliarquía Consultores y el Laboratorio de Investigaciones sobre Crimen, Instituciones y Políticas (Licip) de la Universidad Torcuato Di Tella (UTDT).

Se señaló además que la inseguridad preocupa en mayor medida a las mujeres, a la población de mayor edad y a las personas que residen en los grandes centros urbanos, sobre todo en el Gran Buenos Aires.

La población entendió que la inseguridad comenzó a empeorar a partir de la segunda mitad de 2008. En mayo, el 60% de la sociedad entendía que la problemática había aumentado, cifra que trepó al 70% en septiembre. En diciembre último fue récord, cuando el 87% consideró que había recrudecido.

La encuesta fue hecha en forma telefónica y se tomaron 1.000 casos en ciudades de más de 10.000 habitantes.