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Patota sindical: vinculan a barra en crimen de Rosario
Los investigadores sospechan que en el choque entre gremialistas del sector lechero participaron hinchas de Newell´s Old Boys y de Rosario Central
5 de diciembre de 2008
Los investigadores del enfrentamiento entre gremialistas del sector lechero, ocurrido el miércoles en Rosario y que terminó con un muerto y por lo menos 13 heridos, sospechan que en el episodio participaron hinchas de Newell´s Old Boys y de Rosario Central. Justamente, el hombre acusado de matar a tiros al sindicalista Héctor Del Valle Cornejo, según fuentes del caso, sería un barrabrava de Newell´s.
El sospechoso fue identificado como Raúl Alejandro Cazón, de 35 años. Este hombre, además, es patovica en un boliche de música tropical de la zona sur de Rosario. La jueza María Luisa Pérez Vara ordenó su detención después de identificar al imputado con un arma de fuego en un video, según el diario La Nación.
La policía allanó dos casas, pero hasta el momento no había encontrado al sospechoso. En ese video, según los informantes, aparecen otros dos hinchas de Newell´s y otro hombre armado con una pistola 9mm., que también es buscado por la policía. Por eso la jueza estudiaba las pruebas para ordenar otras detenciones.
Entre los 13 heridos hay tres que fueron alcanzados por los disparos: Pablo Rizzolo, de Santiago del Estero, y Oscar Rodríguez, de Córdoba, recibieron balazos en el pecho, por lo que debieron ser operados de urgencia, y Hugo Farías, de Córdoba, perdió el ojo derecho de un tiro.
Otros sufrieron traumatismos, pérdida del conocimiento, cortes en la cabeza y fracturas. Uno de ellos es el jefe de ATE Rosario, Gustavo Martínez, que perdió el conocimiento cuando lo golpearon en la cabeza.
La gresca ocurrió frente a la sede local de la Asociación de Trabajadores de la Industria Láctea de la Argentina (Atilra). Se enfrentaron a trompadas, pedradas, palazos y tiros, e incendiaron una camioneta Eco Sport, dos grupos del mencionado gremio: uno de los bandos responde a la conducción nacional del mencionado gremio, cuyo secretario general es Héctor Ponce y está alineado con la CGT, liderada por Hugo Moyano. Moyano, claro, se despegó del problema. Dijo que está circunscripto al gremio lechero.
La otra fracción estaba integrada por miembros de la filial local de Atilra, conducida por el secretario general Víctor Vega, que se proclama independiente, aunque se lo asocia con la Central de Trabajadores Argentinos (CTA).
Fuentes de la investigación contaron que desde el sector de Ponce se habría contratado a barrabravas de Rosario Central para "apretar" a los sindicalistas díscolos de Rosario. A su vez, entre los gremialistas locales fueron vistos hinchas de Newell´s. Omar López, miembro de la comisión directiva de Atilra Rosario, reconoció que "algunos de los manifestantes fueron identificados como hinchas de fútbol".
La combinación de sindicalistas con barrabravas fue fatal: el cadáver de Cornejo fue trasladado ayer a Córdoba, donde vivía y trabajaba en la planta de Sancor. Cornejo pertenecía al grupo dirigido por Ponce; el que lo habría matado, al de Vega.
La fiscal de la causa, María Eugenia Iribarne, confirmó que la hipótesis que maneja la Justicia es que el disparo que mató a Cornejo partió de Atilra Rosario. "Hay impactos de bala en una casa que está en Iriondo y San Luis, en la ochava opuesta a la de la sede gremial", dijo.
Cuando terminó la trifulca, la jueza ordenó un allanamiento en la sede de Atilra, en San Luis al 3300. Allí secuestró dos revólveres calibre 38; un caño de escopeta calibre 16 marca Centauro; 100 bombas de estruendo, 20 morteros, cuatro sevillanas, 12 trozos de hierros de un metro de largo cubiertos con manguera, 15 trozos de hierro, 50 trozos de madera, una mochila con varias remeras verdes con la inscripción Atilra, una filmadora JVC y tres cartuchos calibre 11.25, dos calibre . 32 y cápsulas servidas.
Fuentes judiciales dijeron que la jueza evalúa el nivel de compromiso con los hechos que podrían tener Vega; el adjunto de ese gremio, Ariel Chávez, y Edgardo Barbero, un ex dirigente gremial del sector.
Vega negó que las armas secuestradas hubieran pertenecido a algún dirigente de ese sector, pero admitió: "Sabíamos lo que iba a pasar y teníamos que defendernos".
Para Juan Carlos Ponce, asesor legal de Atilra en el nivel nacional, hubo una emboscada: "Salieron con bombas molotov y dispararon desde arriba del techo con armas de fuego. Los que viajaron a Rosario fueron sorprendidos por asesinos", dijo la diario La Nación.
El asesor letrado de Atilra Rosario, Jorge Elizondo, desvinculó a ese gremio de los incidentes y dijo que los afiliados "no portaban armas de fuego". Pero las hubo.
El sospechoso fue identificado como Raúl Alejandro Cazón, de 35 años. Este hombre, además, es patovica en un boliche de música tropical de la zona sur de Rosario. La jueza María Luisa Pérez Vara ordenó su detención después de identificar al imputado con un arma de fuego en un video, según el diario La Nación.
La policía allanó dos casas, pero hasta el momento no había encontrado al sospechoso. En ese video, según los informantes, aparecen otros dos hinchas de Newell´s y otro hombre armado con una pistola 9mm., que también es buscado por la policía. Por eso la jueza estudiaba las pruebas para ordenar otras detenciones.
Entre los 13 heridos hay tres que fueron alcanzados por los disparos: Pablo Rizzolo, de Santiago del Estero, y Oscar Rodríguez, de Córdoba, recibieron balazos en el pecho, por lo que debieron ser operados de urgencia, y Hugo Farías, de Córdoba, perdió el ojo derecho de un tiro.
Otros sufrieron traumatismos, pérdida del conocimiento, cortes en la cabeza y fracturas. Uno de ellos es el jefe de ATE Rosario, Gustavo Martínez, que perdió el conocimiento cuando lo golpearon en la cabeza.
La gresca ocurrió frente a la sede local de la Asociación de Trabajadores de la Industria Láctea de la Argentina (Atilra). Se enfrentaron a trompadas, pedradas, palazos y tiros, e incendiaron una camioneta Eco Sport, dos grupos del mencionado gremio: uno de los bandos responde a la conducción nacional del mencionado gremio, cuyo secretario general es Héctor Ponce y está alineado con la CGT, liderada por Hugo Moyano. Moyano, claro, se despegó del problema. Dijo que está circunscripto al gremio lechero.
La otra fracción estaba integrada por miembros de la filial local de Atilra, conducida por el secretario general Víctor Vega, que se proclama independiente, aunque se lo asocia con la Central de Trabajadores Argentinos (CTA).
Fuentes de la investigación contaron que desde el sector de Ponce se habría contratado a barrabravas de Rosario Central para "apretar" a los sindicalistas díscolos de Rosario. A su vez, entre los gremialistas locales fueron vistos hinchas de Newell´s. Omar López, miembro de la comisión directiva de Atilra Rosario, reconoció que "algunos de los manifestantes fueron identificados como hinchas de fútbol".
La combinación de sindicalistas con barrabravas fue fatal: el cadáver de Cornejo fue trasladado ayer a Córdoba, donde vivía y trabajaba en la planta de Sancor. Cornejo pertenecía al grupo dirigido por Ponce; el que lo habría matado, al de Vega.
La fiscal de la causa, María Eugenia Iribarne, confirmó que la hipótesis que maneja la Justicia es que el disparo que mató a Cornejo partió de Atilra Rosario. "Hay impactos de bala en una casa que está en Iriondo y San Luis, en la ochava opuesta a la de la sede gremial", dijo.
Cuando terminó la trifulca, la jueza ordenó un allanamiento en la sede de Atilra, en San Luis al 3300. Allí secuestró dos revólveres calibre 38; un caño de escopeta calibre 16 marca Centauro; 100 bombas de estruendo, 20 morteros, cuatro sevillanas, 12 trozos de hierros de un metro de largo cubiertos con manguera, 15 trozos de hierro, 50 trozos de madera, una mochila con varias remeras verdes con la inscripción Atilra, una filmadora JVC y tres cartuchos calibre 11.25, dos calibre . 32 y cápsulas servidas.
Fuentes judiciales dijeron que la jueza evalúa el nivel de compromiso con los hechos que podrían tener Vega; el adjunto de ese gremio, Ariel Chávez, y Edgardo Barbero, un ex dirigente gremial del sector.
Vega negó que las armas secuestradas hubieran pertenecido a algún dirigente de ese sector, pero admitió: "Sabíamos lo que iba a pasar y teníamos que defendernos".
Para Juan Carlos Ponce, asesor legal de Atilra en el nivel nacional, hubo una emboscada: "Salieron con bombas molotov y dispararon desde arriba del techo con armas de fuego. Los que viajaron a Rosario fueron sorprendidos por asesinos", dijo la diario La Nación.
El asesor letrado de Atilra Rosario, Jorge Elizondo, desvinculó a ese gremio de los incidentes y dijo que los afiliados "no portaban armas de fuego". Pero las hubo.