Como ocurrió apenas días atrás con un enfrentamiento entre dirigentes petroleros en La Pampa, otro cruce entre gremios terminó con un muerto y 15 heridos, según confirmó la jueza María Laura Pérez, que quedó a cargo del caso.

Esta vez, el choque fue en Rosario y producto de una interna entre trabajadores lecheros.

Si bien sólo fueron confirmados oficialmente un muerto y 10 heridos, son varias las versiones que mencionan por lo menos dos víctimas fatales y no menos de 15 heridos.

El enfrentamiento, que incluyó golpes de puño, piedrazos y disparos de armas de fuego, se desarrolló frente a la sede rosarina de la Asociación de Trabajadores de la Industria Lechera (ATILRA). Según describieron testigos e involucrados, fue "una batalla campal" en el macrocentro de esa ciudad, a apenas 100 metros de una seccional policial.

Delegados y trabajadores comentaron que, al mediodía, se realizaba un acto en las puertas del gremio cuando una columna integrada por unos 200 trabajadores de ATILRA llegados desde Buenos Aires, Córdoba, Santiago del Estero y Entre Ríos intentaron tomar la sede local.

Allí arrancó un enfrentamiento que incluyó disparos con armas de fuego y agresiones con manoplas y baldosas. Producto de ello murió al menos una persona, un cordobés de 50 años de apellido Cornejo. Entre los heridos, hay por lo menos dos en estado grave, y uno de ellos perdió un ojo por un disparo de bala.

En torno al enfrentamiento hay una cuestión central: ATILRA a nivel nacional esta enrolada en la CGT, mientras que la filial rosarina del sindicato se dice independiente, rechaza muchas de las políticas que se toman a nivel nacional y tiene cierta cercanía con la CTA.

En principio, más de 500 gremialistas estaban participando de un acto en repudio a los ataques sufridos el 27 de noviembre pasado en un depósito de Sancor cuando 20 personas fueron golpeadas por integrantes del sindicato nacional.

En el marco de ese acto es que se produjeron los enfrentamientos de hoy donde se sospecha que pudo haber existido "zona liberada".