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Escocia, la tierra sagrada de la primera vez de Diego
La tierra de William Wallace fue el lugar donde el “Diez” hizo su primer gol con la selección mayor y donde ganó en su debut como DT del equipo nacional
19 de noviembre de 2008
Por Roberto Aguirre Blanco
Veintiocho años, cinco meses y 17 días después, Diego Maradona repitió un acto inaugural con el seleccionado nacional al debutar como entrenador ante Escocia en Glasgow, la misma representación nacional a la cual el “Diez” le marcó su primer tanto en el equipo mayor de argentina.
Como en un juego de vidas paralelas, aquel joven brillante de 18 años y este hombre de 48, tejen en la tierra de los corazones salvajes, dos puntos lejanos de una misma pasión: la camiseta celeste y blanca.
El endiablado futbolista que llegó a tierras escocesas hace más de tres décadas se convertía en la nueva estrella del entonces seleccionado campeón del mundo que dirigía César Luis Menotti.
Diego, que había quedado fuera del mundial 1978, integró el plantel de la primera gira internacional del seleccionado luego de consagrarse el mejor del mundo y allí comenzaría a escribir su rica historia.
Había debutado a los 16, en un partido ante Hungría, en febrero de 1977, pero no había podido tener continuidad ni marcar un gol con la casaca mayor.
Esa oportunidad llegó el 2 de junio de 1979, en e último partido de la gira internacional cuando tras empatar con Holanda, Italia e Irlanda, logró el primer triunfo ante Escocia por 3 a 1.
Ese día los dos primeros tantos fueron del centrodelantero Leopoldo Luque y el tercero llegó por una genialidad de Diego. Ese fue el primer tanto de los 34 convertidos en 91 presencia oficiales con la celeste y blanca.
Muchos títulos, gambetas, goles y conflictos después, el “Diez” regresó a esta isla del Reino Unido con una nueva cara: la de DT del seleccionado, el viejo y espero anhelo cumplido por el diez.
Y, como la historia marca, escribió una nueva página de victorias, esta vez con un triunfo del equipo que dirigió pro vez inicial. El destino juega con esas vueltas de la vida. La tierra del buen whisky, el principio de una buena historia.
Veintiocho años, cinco meses y 17 días después, Diego Maradona repitió un acto inaugural con el seleccionado nacional al debutar como entrenador ante Escocia en Glasgow, la misma representación nacional a la cual el “Diez” le marcó su primer tanto en el equipo mayor de argentina.
Como en un juego de vidas paralelas, aquel joven brillante de 18 años y este hombre de 48, tejen en la tierra de los corazones salvajes, dos puntos lejanos de una misma pasión: la camiseta celeste y blanca.
El endiablado futbolista que llegó a tierras escocesas hace más de tres décadas se convertía en la nueva estrella del entonces seleccionado campeón del mundo que dirigía César Luis Menotti.
Diego, que había quedado fuera del mundial 1978, integró el plantel de la primera gira internacional del seleccionado luego de consagrarse el mejor del mundo y allí comenzaría a escribir su rica historia.
Había debutado a los 16, en un partido ante Hungría, en febrero de 1977, pero no había podido tener continuidad ni marcar un gol con la casaca mayor.
Esa oportunidad llegó el 2 de junio de 1979, en e último partido de la gira internacional cuando tras empatar con Holanda, Italia e Irlanda, logró el primer triunfo ante Escocia por 3 a 1.
Ese día los dos primeros tantos fueron del centrodelantero Leopoldo Luque y el tercero llegó por una genialidad de Diego. Ese fue el primer tanto de los 34 convertidos en 91 presencia oficiales con la celeste y blanca.
Muchos títulos, gambetas, goles y conflictos después, el “Diez” regresó a esta isla del Reino Unido con una nueva cara: la de DT del seleccionado, el viejo y espero anhelo cumplido por el diez.
Y, como la historia marca, escribió una nueva página de victorias, esta vez con un triunfo del equipo que dirigió pro vez inicial. El destino juega con esas vueltas de la vida. La tierra del buen whisky, el principio de una buena historia.