Al disertar en la cumbre de ministros del G-20 que se realiza en San Pablo -en la cual no hubo acuerdos significativos-, Redrado consideró que "el FMI se ha vuelto pequeño para lidiar eventos globales como éste, y agregó que "su capacidad para satisfacer la demanda creciente de velar por la estabilidad financiera internacional se encuentra fuertemente limitada".

En línea con el discurso del presidente brasileño, Luiz "Lula" Da Silva, también demandó más participación de los países emergentes para encontrar soluciones a la crisis, y criticó el rol del FMI.

Al respecto, consideró que "el G-20 reemplazará al G-7 o al G-8" ya que "constituye el foro internacional mejor posicionado para diseñar, recomendar y supervisar la implementación de las reformas necesarias en la arquitectura financiera internacional".

"Estas particularidades del G-20 ponen en evidencia las flaquezas de otros foros y organizaciones como el G-7, el G-8, el Foro de Estabilidad Financiera (FSF) o el mismo Fondo Monetario Internacional (FMI), el cual ha mostrado progresos modestos en términos de representación" cuestionó.

En este sentido, señaló que la crisis actual generó "una fuerte demanda por instituciones globales que tengan legitimidad, algo que escasea a nivel mundial".

El funcionario argumentó que en el G-20 participan "todas las regiones del planeta" y "que los países desarrollados y en desarrollo están representados bajo un adecuado equilibrio".

"Estas particularidades del G-20 ponen en evidencia las flaquezas de otros foros y organizaciones como el G-7, el G-8, el Foro de Estabilidad Financiera (FSF) o el mismo FMI, el cual ha mostrado progresos modestos en términos de representación" cuestionó.

Redrado elogió el rol del G-20 al remarcar que "se pueden debatir ideas y uno se siente escuchado" lo cual -dijo- se refleja "en los resultados alcanzados que son consecuencia de una amplia participación de los miembros en los distintos niveles a través del trabajo que se construye a lo largo del año".

En este sentido, propuso que el G-20 tenga una mayor orientación hacia temas de política económica y reforma de la arquitectura financiera internacional, y sugirió "institucionalizar una reunión anual de Jefes de Estado" y aumentar la frecuencia de los encuentros de Ministros de Finanzas y Presidentes de Bancos Centrales.

Al evaluar la situación financiera, Redrado admitió que "a pesar de la buena performance macro, los países emergentes no pudieron evitar el contagio de la crisis originada en los países avanzados".

"Las economías emergentes que mostraron un menor espacio para realizar políticas anticíclicas para suavizar los efectos de la crisis, se transforman en el eslabón débil de la integración financiera internacional ante la ausencia de un prestamista de última instancia para liquidez internacionalmente aceptada" subrayó.

Además, el titular del BCRA aseguró que en el actual contexto financiero "es esencial ampliar las fuentes de liquidez internacional con nuevos instrumentos y con fondos adicionales" dado que la capacidad del FMI y otras instituciones "resulta ineficiente".

Entre esos instrumentos, propuso la introducción de esquemas de garantía patrocinados por el FMI.

Según explicó, una manera posible de reforzar la capacidad de los países emergentes para superar la actual ola de aversión al riesgo, "es volver a abrir los flujos de liquidez, y estar en condiciones de refinanciar sus deudas con los acreedores privados a precios razonables (abrir una fondo de garantía auspiciado por el FMI).

"Básicamente los países con posiciones macroeconómicas sólidas que se enfrentan restricciones de liquidez y la necesidad de refinanciación de obligaciones externas podrían aplicar para una garantía del FMI que reduciría significativamente el riesgo de default" indicó.

También afirmó que se debe "ampliar la capacidad de fuego del FMI", para lo cual planteó capitalizar al Fondo o permitir que pueda emitir bonos en los mercados internacionales", ya que aseguró que "el ratio entre los recursos del FMI y los flujos financieros y comerciales ha quedado ampliamente desactualizado".

La cumbre del G-20 para elaborar propuestas para enfrentar la crisis finalizará esta tarde, y sus conclusiones serán presentadas en el encuentro de presidentes de ese foro que se realizará el próximo 15 de noviembre en Washington, convocada por George W. Bush.

A ese cónclave asistirá la presidente Cristina Kirchner, acompañada por el ministro de Economía, Carlos Fernández.