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La UCR con Lavagna
La Convención radical reunida en Rosario autorizó a la conducción a buscar una alianza con el ex ministro de Economía, que aún no oficializó su candidatura
26 de agosto de 2006
La Convención Nacional de la UCR aprobó un documento que habilitará al presidente del Comité Nacional, Roberto Iglesias, a negociar una posible alianza electoral con el ex ministro de Economía, Roberto Lavagna.
Luego de varias horas de discusión, se redactó un documento de consenso que permitirá también la intervención de los partidos provinciales que no acaten la línea política de oposición que aprobó la convención.
"Le decimos basta a todos aquellos que no acaten las decisiones del partido", enfatizó Iglesias, minutos antes de brindar una conferencia de prensa en las que se detallaran los puntos salientes del texto final.
Poco más tarde sostuvo: "Hay un sólo radicalismo: el que tiene el sello, el que tiene los símbolos, el que tiene el escudo, el que tiene el coraje de constituir un proyecto alternativo a la hegemonía de Kirchner".
Consultado respecto a la posibilidad de un acercamiento con el ex ministro de Economía, Roberto Lavagna, Iglesias admitió posibilidades para un acuerdo político.
“El radicalismo se ha expresado. Habrá que ver si las coincidencias las encontramos con Lavagna u otros sectores políticos, si ellos están dispuestos a acompañar lo que son las bases y el mandato que a nosotros nos ha dado el radicalismo. Si esto avanza, bienvenido sea y que sea con la mayor cantidad de sectores políticos.”
El documento convoca, además, a una nueva Convención a realizarse dentro de 60 ó 90 días y determina que aquellos distritos partidarios que no acaten la resoluciones de las Convención no podrán representar a la UCR en las próximas elecciones.
El documento también incluye lineamientos en temas económico- sociales y establece reglas para los comité de distrito a la hora de presentar sus candidatos en 2007.
De esta forma, los gobernadores radicales que se sumaron a la concertación lanzada por el gobierno nacional podrán perder el manejo de la agrupación en sus respectivos distritos.
Una vez que culminen las negociaciones, que lleva aldante Iglesias, la propuesta deberá ser elevada a la convención que volverá a reunirse para aprobar o rechazar una posible alianza con Lavagna.
A poco de aprobarse el documento oficial, se tensó el ambiente en la Convención Nacional de la UCR a raíz de la disputa política entre el sector que buscaba cerrar un acuerdo con Lavagna y los partidarios de llevar un candidato propio en los comicios del 2007.
"Vamos a mostrarle a la sociedad que el radicalismo no sabe qué carajo hacer", había dicho el titular del Comité Nacional, al hacer público su enojo con el sector que buscar imponer una formula "radical pura" de cara a los comicios del 2007.
Luego de varias horas de discusión, se redactó un documento de consenso que permitirá también la intervención de los partidos provinciales que no acaten la línea política de oposición que aprobó la convención.
"Le decimos basta a todos aquellos que no acaten las decisiones del partido", enfatizó Iglesias, minutos antes de brindar una conferencia de prensa en las que se detallaran los puntos salientes del texto final.
Poco más tarde sostuvo: "Hay un sólo radicalismo: el que tiene el sello, el que tiene los símbolos, el que tiene el escudo, el que tiene el coraje de constituir un proyecto alternativo a la hegemonía de Kirchner".
Consultado respecto a la posibilidad de un acercamiento con el ex ministro de Economía, Roberto Lavagna, Iglesias admitió posibilidades para un acuerdo político.
“El radicalismo se ha expresado. Habrá que ver si las coincidencias las encontramos con Lavagna u otros sectores políticos, si ellos están dispuestos a acompañar lo que son las bases y el mandato que a nosotros nos ha dado el radicalismo. Si esto avanza, bienvenido sea y que sea con la mayor cantidad de sectores políticos.”
El documento convoca, además, a una nueva Convención a realizarse dentro de 60 ó 90 días y determina que aquellos distritos partidarios que no acaten la resoluciones de las Convención no podrán representar a la UCR en las próximas elecciones.
El documento también incluye lineamientos en temas económico- sociales y establece reglas para los comité de distrito a la hora de presentar sus candidatos en 2007.
De esta forma, los gobernadores radicales que se sumaron a la concertación lanzada por el gobierno nacional podrán perder el manejo de la agrupación en sus respectivos distritos.
Una vez que culminen las negociaciones, que lleva aldante Iglesias, la propuesta deberá ser elevada a la convención que volverá a reunirse para aprobar o rechazar una posible alianza con Lavagna.
A poco de aprobarse el documento oficial, se tensó el ambiente en la Convención Nacional de la UCR a raíz de la disputa política entre el sector que buscaba cerrar un acuerdo con Lavagna y los partidarios de llevar un candidato propio en los comicios del 2007.
"Vamos a mostrarle a la sociedad que el radicalismo no sabe qué carajo hacer", había dicho el titular del Comité Nacional, al hacer público su enojo con el sector que buscar imponer una formula "radical pura" de cara a los comicios del 2007.