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Luli, ¡qué papelón!
¿Quién dijo que a las más bellas mujeres no les pasa? La exhuberante Luciana Salazar no la pasó nada bien cuando se subió al escenario de “Cristina en el país de las maravillas", donde se luce con su propio número musical. ¿Quiere saber qué le pasó? Entre, lea y no se ría (si es que puede)
29 de septiembre de 2008
¡Pobre Luli! Aseguran que nunca la vieron tan furiosa como cuando, de golpe y sin esperarlo, le pasó una de las peores cosas que le pueden pasar a una diva como ella arriba del escenario.
Ella , Luciana Salazar se luce en la obra teatral “Cristina en el país de las maravillas”, donde hace un cuadro musical y expone su belleza al público, que queda cautivado con la voluptuosa rubia. A eso estamos acostumbrados.
Pero esta vez, a Luli le pasó algo que para ella fue un “terrible papelón”. Mientras hacia su cuadro musical, se le cayeron las extensiones que tiene en la cabeza pero, como buena profesional, siguió con la coreografía porque “el show debe continuar”, según confirmó el portal MINUTOUNO.COM.
El problema se armó cuando terminó la demostración de Luciana en escena. Al salir del escenario, la vedette empezó con los reproches hacia uno de sus asistentes, quien tuvo que tragar saliva y aguantarse los gritos de la rubia que estaba furiosa.
Pobre Luli, con lo perfeccionista que es, justo se le cayeron las mechas en escena. ¿El asistente se habrá quedado sin trabajo?
Ella , Luciana Salazar se luce en la obra teatral “Cristina en el país de las maravillas”, donde hace un cuadro musical y expone su belleza al público, que queda cautivado con la voluptuosa rubia. A eso estamos acostumbrados.
Pero esta vez, a Luli le pasó algo que para ella fue un “terrible papelón”. Mientras hacia su cuadro musical, se le cayeron las extensiones que tiene en la cabeza pero, como buena profesional, siguió con la coreografía porque “el show debe continuar”, según confirmó el portal MINUTOUNO.COM.
El problema se armó cuando terminó la demostración de Luciana en escena. Al salir del escenario, la vedette empezó con los reproches hacia uno de sus asistentes, quien tuvo que tragar saliva y aguantarse los gritos de la rubia que estaba furiosa.
Pobre Luli, con lo perfeccionista que es, justo se le cayeron las mechas en escena. ¿El asistente se habrá quedado sin trabajo?