La presidenta Cristina Kirchner está convencida de que tiene que ofrecer una contundente señal de fortaleza de la economía argentina para enfrentar la crisis financiera mundial, y que permita ganar la confianza de los inversores.

Con ese objetivo, trabajó en las definiciones de una serie de medidas destinadas al mercado de capitales, que, en la caracterización de un miembro del Gabinete, son mucho más complejas que una simple emisión de bonos de la deuda.

Encerrada en la suite que ocupa con su esposo, el ex presidente Néstor Kirchner, en el lujoso hotel Four Seasons, ubicado a pocos metros del Central Park, Cristina Kirchner se mantuvo en línea directa toda la tarde con el jefe de Gabinete, Sergio Massa, y con el ministro de Economía, Carlos Fernández, que postergó hasta mañana su viaje a Nueva York para terminar de hilvanar los anuncios.

Una alta fuente del Gobierno dijo anoche a LA NACION que los anuncios no contemplarán una oferta a los tenedores de títulos de la deuda en default (holdouts), porque la legislación no permite reabrir el canje que en 2003 inició el proceso de normalización de la situación financiera argentina tras el colapso de 2001 y 2002.

"Si se les hace una oferta a los bonistas se le debería hacer una propuesta a todos los acreedores y eso no es posible", señaló el funcionario. "Es una arquitectura compleja que está concatenada con el anuncio del pago de la deuda al Club de París y todavía no está terminada de diseñar. Pero los anuncios se pueden conocer en las próximas horas", expresó.

Si bien no ha habido precisiones, el equipo económico ha estado trabajando en la preparación de un plan de renegociación para ofrecer a los tenedores de deuda que vencen el año próximo. En 2009 hay vencimientos de pagos de capital de préstamos garantizados y de bonos emitidos después de la cesación de pagos por unos 6500 millones de dólares.

En medio del clima de incertidumbre respecto de la evolución de la crisis financiera global originada en el colapso bancario en Estados Unidos, los inversores de Wall Street esperan definiciones más allá del anuncio del pago de la deuda al Club de París. Y no han ocultado su escepticismo sobre la voluntad del Gobierno para tomar medidas que resguarden a la Argentina de los coletazos de la crisis.

En el Gobierno responden a ese escepticismo que están seguros de que la Argentina está en condiciones inmejorables para soportar la actual situación financiera. Pero los inversores esperan que la Presidenta no vuelva con sus discursos cargados de ironías, sino que explique qué hará la Argentina frente a la crisis.

Para este lunes le espera una agenda compartida con la política exterior y el sector empresarial. Al mediodía será la oradora central de un almuerzo organizado por el prestigioso e influyente Council on Foreign Relations, que dirige el ex asesor de política exterior de George Bush padre, Richard Hass. Allí esperan escuchar definiciones sobre la política mundial, pero, sobre todo, su posición frente a las convulsiones en Bolivia y a sus vínculos con Hugo Chávez.

Por la tarde asistirá al final de la rueda del mercado electrónico Nasdaq, ubicada en Time Square. Allí se reunirá con empresarios de compañías tecnológicas. Pero su discurso en el Consejo de las Américas, en el hotel Waldorf Astoria, el jueves, concentra la mayor expectativa por las definiciones sobre la economía y su futuro.

El canciller Jorge Taiana terminó ayer de darle las puntadas finales a la agenda de reuniones bilaterales. El jueves, a las 15.30, será el encuentro de Cristina Kirchner con José Luis Rodríguez Zapatero, presidente del gobierno español. El diálogo estará dominado por la reestatización de Aerolíneas y la situación de las empresas españolas que se han beneficiado con los recientes aumentos de tarifas.