La presidenta Cristina Kirchner ordenó el 2 de septiembre la cancelación de la deuda que la Argentina mantiene con el Club de París "con las reservas de libre disponibilidad del Banco Central".

Luego del promocionado anuncio, con sus idas y vueltas, del pago de la deuda al Club de París, los países miembros del grupo analizarán mañana la propuesta argentina cuyo monto no convence a los acreedores, quienes reclaman hasta 7.900 millones de dólares.

El Gobierno estima que sus compromisos con el organismo ascienden a 6.700 millones de dólares, cifra que se ubica por debajo de lo que pretende el listado de países integrado por Alemania, Estados Unidos, España, Holanda, Italia y Japón (quienes suman el 87% de la deuda total con el organismo).

La reunión de mañana en la capital francesa estaba programada desde antes del anuncio de Cristina para cancelar la deuda, que entró en default desde el 2002.

El titular del organismo, que comprende un total de 19 países, Xavier Musca, dejó en claro que la cifra incluye los intereses al capital impago tras la devaluación, por lo que ratificó que asciende a 7.900 millones de dólares.

En los últimos días, Hernán Lorenzino, secretario de Finanzas, destacó que actualmente se "está en proceso de conciliar los datos" con el Club de París para determinar la deuda que el país deberá pagar.

Al respecto, Musca expresó oportunamente que cancelar lo adeudado es "una buena decisión" e indicó además que la estrategia planteada por la Argentina se presenta como "un nuevo comienzo" que tendrá por objeto "normalizar" la relación suspendida desde el 2002.

La reunión de mañana de la directiva del Club de París servirá para trabajar en la definición de los modos que permitirán el reembolso de los compromisos impagos.