Fuertes vientos desatados esta madrugada complicaron la situación de los incendios que se registran en la región comprendida entre Salsipuedes, Ascochinga y la emblemática Capilla de Candonga, 50 kilómetros al norte de la capital.

Unos 300 bomberos y pobladores combaten el fuego que, en el día de ayer, extendió una cortina de humo sobre la capital, donde también cayeron cenizas.

En tanto, el aeropuerto de Córdoba estaba hoy inoperable para aterrizajes, debido a que el humo y las cenizas impiden la visibilidad.

El subdirector del Plan Provincial de Manejo del Fuego, Diego Concha, señaló, según indicó el diario local La Voz del Interior, que el foco está "bastante complicado" y es de "envergadura".

El funcionario explicó a Mitre 810 que las llamas avanzan hacia el oeste, donde se encuentran las estancias El Silencio, El Cuadrado y San Miguel.

Por último, adelantó que "las condiciones climatológicas no favorecen el combate contra el fuego".