Max Mosley afirmó que la Fórmula 1 no perdió espectadores por el escándalo de su orgía sadomasoquista y dijo que quienes lo critican "son personas interesadas sólo en el sexo clásico", pero aclaró que se irá de la Federación Internacional de Automovilismo (FIA) cuando finalice su mandato.

"Muchos me piden que me postule otra vez cuando finalice mi gestión en octubre de 2009, pero no tengo más ganas de levantarme a las seis de la mañana para resolver los problemas de otros", afirmó Mosley a La Gazzetta dello Sport.

"No renuncié porque fue un tema de mi vida privada y la cuestión nazi era una falsedad. Dicen que así comprometí la imagen de la Fórmula 1 y de los patrocinadores, pero yo no conozco a ningún patrocinador. Y además, '¿Cuántos espectadores perdió la F-1 por mí?' Creo que ninguno", agregó.

"Un tiempo se criticaba a los homosexuales y a los travestis. En Inglaterra la homosexualidad era delito. Los hubo hasta en la F-1. Pero hoy cada uno hace lo que quiere en su vida privada mientras no dañe a nadie", continuó Mosley. "Los que me critican son las personas para las cuales el sexo es, digamos, clásico, con la posición del misionero. Pero no es sólo así y las críticas a mi vida privada no tienen fundamento", manifestó.

Mosley dijo que escuderías como Honda, BMW, Toyota y Mercedes Benz, que pidieron su renuncia, lo "crucificaron" sin siquiera preguntarle qué había ocurrido y también contó que ya se reconcilió con Bernie Ecclestone, patrón de la F-1: "Él estaba entre dos fuegos y se encontró con un problema que no precisaba", expresó.

El presidente de la FIA fue filmado clandestinamente en una orgía sadomasoquista con cinco prostitutas, y las imágenes fueron difundidas por el diario News of the World, que aseguró que la fiesta sexual tuvo connotaciones nazis, lo que fue finalmente rechazado por la Justicia.