El gobierno porteño tiene todo listo para mudar el lunes próximo a los travestis que actualmente ofrecen sexo en el Rosedal: les permitirán instalarse en uno de los laterales de la plazoleta Florencio Sánchez, dentro del parque Tres de Febrero, en la zona del Lago de Regatas, que se transformará en la primera zona roja formal de la ciudad.

Así lo confirmó el ministro de Ambiente y Espacio Público porteño, Juan Pablo Piccardo al diario La Nación, quien aseguró que en ese predio contarán con seguridad policial, baños químicos y cestos bacteriológicos cada 50 metros, y se les bindarán charlas semanales sobre educación sexual, a cargo de especialistas en salud.

También desde el lunes próximo el gobierno cerrará el tránsito vehicular en el Rosedal, de 17 a 6, merced a una resolución que ya fue firmada. Lo hará para impedir que los travestis continúen en ese sitio ejerciendo la prostitución. Al no poder ingresar vehículos, perderán la posibilidad de conseguir clientes, justifican los funcionarios.

En la nueva zona roja, próxima al Lawn Tennis Club -que presentó un amparo para impedir que se asentaran allí los llamados trabajadores sexuales-, el gobierno mejoró y potenció las luminarias y construyó tres nuevos lomos de burro en la calle Agustín Méndez, que bordea uno de los laterales de la plaza Florencio Sánchez. Estas remodelaciones forman parte de las exigencias de los travestis para abandonar el Rosedal, donde hoy los visitan unas 3000 personas cada noche.

Los travestis trabajarán desde la semana próxima con un horario más acotado: desde las 22 hasta las 6, hora ésta en que una cuadrilla de limpieza contratada por la ciudad limpiará la zona y recogerá los residuos de los cestos bacteriológicos. Vale apuntar que cada mañana se recolectan en el Rosedal unos 1000 preservativos.