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"Mi vicepresidente me votó en contra"
Se lo dijo Cristina a los legisladores durante el encuentro realizado para hacer catarsis por la derrota en el Congreso. El Gobierno deberá barajar y dar de nuevo
19 de julio de 2008
"El problema fue mi compañero de fórmula, que me votó en contra".
Así, sin darle el privilegio de llamarlo por su nombre, la Presidenta (finalmente) se refirió al voto con el que su vice, Julio Cobos, desempató el jueves en el Senado al votar en contra del proyecto de las retenciones.
Lo primero que dejó en claro Cristina Kirchner fue que lo del jueves "no fue una derrota (ver abajo). Y, según fuentes parlamentarias, señaló que me dio vergüenza que algunos legisladores por absoluto interés personal no se abstuvieran (en lugar del votar en contra) . Dardos que, los invitados, creyeron disparados para los senadores Roberto Urquía (aceitero) y Carlos Reutemann (productor agropecuario).
Enfatizó que la decisión política de su Gobierno es terminar el debate sobre las retenciones, lo que cierra la puerta a la posibilidad de que el Congreso apruebe otro proyecto de ley (una insinuación que hizo el propio Cobos al argumentar su voto).
En su primer encuentro con legisladores leales (como ellas misma los calificó), Cristina (ex senadora) hizo catarsis en Olivos. Arriba de un micro que salió del Congreso ayer a la tarde, 150 legisladores (sobre el total de los 165 diputados y senadores que aprobaron el proyecto de retenciones) visitaron a la Presidenta. Ellos mismos bromearon con el vehículo y lo bautizaron el dipumóvil.
Hubo 4 de los 6 radicales K que habían votado a favor. Entre ellos, el diputado Hugo Cuevas, quien viajó desde Río Negro en un avión que le destinó especialmente la gobernación. Trajo un mensaje de coherencia y lealtad del gobernador (Miguel Saiz), según contaron en su entorno.
Justamente para hablar de lealtades, Cristina convocó en Olivos. La acompañaron el ministro del Interior, Florencio Randazzo, los secretarios Oscar Parrilli y Carlos Zanini y el jefe de Gabinete, Alberto Fernández, el último en llegar. Siempre llega último , lo reprendió, en broma, la anfitriona. Néstor Kirchner, su marido y timonel del PJ, no estuvo (había viajado a Río Gallegos, al velorio de un amigo del matrimonio K).
Cuando los legisladores iban llegando, hubo ánimos distintos. Estuvieron los acalorados K, entre ellos el diputados Carlos Kunkel, quien disparó: La posición económica de los que votaron en contra va a estar más sólida que antes de votar . José Díaz Bancalari aportó relax: Ya está, ahora hay que bajar un cambio .
Siempre en tono de ánimo mutuo y felicitaciones , según confiaron a este diario, la Presidenta tuvó más para Cobos, siempre sin mencionarlo.
Perdimos por el árbitro, broméo sobre el final, entre sanguchitos y gaseosa, un legislador. No fue una derrota, volvió a insistir ella, aunque admitió: fue por un poco más que un árbitro.
Así, sin darle el privilegio de llamarlo por su nombre, la Presidenta (finalmente) se refirió al voto con el que su vice, Julio Cobos, desempató el jueves en el Senado al votar en contra del proyecto de las retenciones.
Lo primero que dejó en claro Cristina Kirchner fue que lo del jueves "no fue una derrota (ver abajo). Y, según fuentes parlamentarias, señaló que me dio vergüenza que algunos legisladores por absoluto interés personal no se abstuvieran (en lugar del votar en contra) . Dardos que, los invitados, creyeron disparados para los senadores Roberto Urquía (aceitero) y Carlos Reutemann (productor agropecuario).
Enfatizó que la decisión política de su Gobierno es terminar el debate sobre las retenciones, lo que cierra la puerta a la posibilidad de que el Congreso apruebe otro proyecto de ley (una insinuación que hizo el propio Cobos al argumentar su voto).
En su primer encuentro con legisladores leales (como ellas misma los calificó), Cristina (ex senadora) hizo catarsis en Olivos. Arriba de un micro que salió del Congreso ayer a la tarde, 150 legisladores (sobre el total de los 165 diputados y senadores que aprobaron el proyecto de retenciones) visitaron a la Presidenta. Ellos mismos bromearon con el vehículo y lo bautizaron el dipumóvil.
Hubo 4 de los 6 radicales K que habían votado a favor. Entre ellos, el diputado Hugo Cuevas, quien viajó desde Río Negro en un avión que le destinó especialmente la gobernación. Trajo un mensaje de coherencia y lealtad del gobernador (Miguel Saiz), según contaron en su entorno.
Justamente para hablar de lealtades, Cristina convocó en Olivos. La acompañaron el ministro del Interior, Florencio Randazzo, los secretarios Oscar Parrilli y Carlos Zanini y el jefe de Gabinete, Alberto Fernández, el último en llegar. Siempre llega último , lo reprendió, en broma, la anfitriona. Néstor Kirchner, su marido y timonel del PJ, no estuvo (había viajado a Río Gallegos, al velorio de un amigo del matrimonio K).
Cuando los legisladores iban llegando, hubo ánimos distintos. Estuvieron los acalorados K, entre ellos el diputados Carlos Kunkel, quien disparó: La posición económica de los que votaron en contra va a estar más sólida que antes de votar . José Díaz Bancalari aportó relax: Ya está, ahora hay que bajar un cambio .
Siempre en tono de ánimo mutuo y felicitaciones , según confiaron a este diario, la Presidenta tuvó más para Cobos, siempre sin mencionarlo.
Perdimos por el árbitro, broméo sobre el final, entre sanguchitos y gaseosa, un legislador. No fue una derrota, volvió a insistir ella, aunque admitió: fue por un poco más que un árbitro.