Los controles se intensificaron en los principales aeropuertos del mundo tras el complot terrorista descubierto hoy por la policía británica, que tenía como objetivo hacer estallar varios aviones en ruta entre Gran Bretaña y los Estados Unidos.

La amenaza terrorista hizo extremar las medidas de seguridad en todo el mundo y las autoridades estadounidenses situaron en alerta roja -el nivel máximo- la seguridad en las líneas aéreas que vuelan desde o hacia Gran Bretaña.

En la Argentina, el gobierno argentino reforzó las medidas de seguridad para lograr "un control más férreo" en aeropuertos, informó el ministro de Interior, Aníbal Fernández.

"Siempre que se producen hechos de esta características, reaccionamos en forma inmediata y no sacamos gacetillas. Desde luego que en este caso también reforzamos nuestras propias maneras de seguridad que nos permitan hacer un control mucho mas férreo que el que llevamos todos los días", dijo Fernández.

Los vuelos se cumplían hoy con normalidad desde el aeropuerto internacional de Ezeiza hacia los distintos destinos programados, informaron fuentes aeroportuarias.

En los aeropuertos se está informando a los pasajeros de qué objetos pueden subir a bordo y cuáles no ante el incremento de las medidas de seguridad.

El nivel de alerta del plan antiterrorista está en rojo -el segundo más alto- desde los atentados de julio de 2005 en Londres, lo que implica una vigilancia especial en aeropuertos, estaciones de tren, subte y el transporte publico en general, así como grandes almacenes, lugares de culto y otros de gran concentración de público.

Sarkozy anunció que el equipaje de mano en los vuelos a EE.UU., Gran Bretaña e Israel será registrado al "cien por cien".

El Ministerio español de Interior reforzó los controles en los vuelos con destino al Gran Bretaña y EE.UU., y pese a las cancelaciones y los retrasos de vuelos los aeropuertos españoles operaron 181 conexiones con el país europeo, un 56,9 por ciento de las programadas.

La compañía española Iberia canceló trece vuelos a Londres por el cierre del aeropuerto londinense de Heathrow, mientras las compañías de bajo coste que operan desde España a Gran Bretaña, como Easyjet y Ryanair, así como British Airways cancelaron todos sus vuelos.

En Italia, el aeropuerto romano de Fiumicino prohibió a los pasajeros que viajen a Gran Bretaña, EE.UU. o Israel llevar productos líquidos en su equipaje de mano, como parte de las medidas de vigilancia establecidas por el Ministerio italiano del Interior según el Ente Nacional para la Aviación Civil (ENAC).

En Alemania, el Ministerio del Interior alemán ordenó elevar las medidas de seguridad aérea y en el aeropuerto de Fráncfort "se incrementaron hoy algunas medidas" ya de por sí estrictas, indicó un portavoz policial alemán.

La aerolínea austríaca Austrian Airlines (AUA) y British Airways cancelaron los quince vuelos previstos para hoy entre Viena y Londres y esta noche decidirá si saldrán los cinco vuelos con destino a Londres previstos para mañana.

En Canadá, las medidas hicieron que se colapsara el aeropuerto canadiense de Vancouver y que la fila de pasajeros con destino a EE.UU. desde Canadá se extendiera al exterior de las instalaciones aeroportuarias, además de los consabidos retrasos.

En Venezuela, varias aerolíneas venezolanas y de otros países con vuelos hacia EE.UU. se declararon en alerta en aeropuertos venezolanos.

La prohibición de portar equipajes de mano y una revisión más exhaustiva a los pasajeros consta entre las secuelas de la alerta, revelaron portavoces de varias de esas aerolíneas a emisoras venezolanas de radio y televisión.

El vicepresidente de Operaciones de la aerolínea Aeropostal, Contact Blanco, dijo que se trata de "restricciones extraordinarias" en los aeropuertos de Caracas y Maracaibo.