Por Roberto Aguirre Blanco

El kirchnerismo reunió los votos necesarios y logró la media sanción de la Cámara baja al proyecto oficial que ratifica el esquema de retenciones móviles y que, pese a los cambios de último momento que el oficialismo anunció al inicio d ela matatónica sesión, sigue siendo resistido por las entidades del campo.

El proyecto del Frente para la Victoria fue aprobado con 129 votos a favor, 122 votos en contra y 3 abstenciones, con al presencia de 254 diputados presentes, tras un extenso debate que tuvo más de 17 horas de duración.

La votación se realizó pasado el meiodía del sábado luego e una sesión que comenzó a las 19:00 del viernes y se extendió por toda la madrugada, y que fue seguido por la ciudadanía.

El texto aprobado por Diputados y que, después de la votación en particular, deberá discutir el Senado, incorporará una serie de modificaciones que fueron anunciadas por el titular del bloque kirchnerista, Agustín Rossi.

Ese hecho desató la última polémica del día cuando la oposición pidió que se leyera completo el proyecto para conocer las modificaciones y la bancada oficial rechazó de plano esa opción.

El Frente para la Victoria informó que, con los cambios, el texto ratificará las retenciones móviles en los niveles establecidos por el Gobierno, pero ampliará el rango de productores que recibirán compensaciones y, para los más chicos, el volumen de las mismas.

Así, el proyecto contempla que los productores que comercialicen hasta 300 toneladas de soja paguen una de retención "efectiva" del 30 por ciento; los que vendan entre 300 y 750 toneladas, del 35 por ciento, la misma tasa que regirá para las primeras 750 toneladas de los que comercialicen entre 750 y 1.500 toneladas.

Tras el triunfo ajustado, el oficialismo festejó en el Congreso como un "campeonato mundial ganado" y desde las galerías se soltaron papelitos y gritos de euforia, en un triunfo vital que necesitaba el gobierno.

Los representates del campo que estaban en un palco al lado de la presidencia de la Cámara aplaudieron la gran defensa de la oposición y se saludaron con los diputados que apoyaron al campo, tras la excelente votación.

El debate arrancó ayer cerca de las 19:00, cuando el bloque K logró reunir -tres horas después de lo previsto- a los 129 legisladores necesarios para dar comienzo al debate. El oficialismo contó con el aval de 115 diputados propios, cinco del Frente Cívico de Santiago del Estero, cuatro del Encuentro Popular y Social de Ariel Basteiro, cuatro de la Concertación Plural (radicales K), tres del Movimiento Popular Neuquino (MPN), más los monobloques de Eduardo Lorenzo "Borocotó" y Miguel Bonasso.

En el festejo, el diputado Carlos Kunkel, fuera de sí, manejaba la barra desde su banca al grito de "patria sí, colonia no", y le ofrecia el triunfo con su puño cerrado y crispado a las bancadas opositoras.

En tanto, a medianoche se produjo un grave incidente entre el diputado Felipe Solá --oficialista pero en disidencia con el bloque-- quien discutió a los golpes con un asesor de la bancada y tuvo un incidente con un hombre de seguridad del Congreso, que no dejó ingresar a su esposa al recieto.

Minutos después, por las pantallas de televisión se vio como Solá se acercó a la banca del titular del bloque Rossi y lo increpó duramente. "A mí no me vas a apretar", le dijo el ex gobernador a su par en un dato que revelaron las imagenes televisivas.

Por ese motivo, Solá recién tuvo acceso a hablar en el recinto a las 2.22, en un cambio de lugar que se hizo temprano cuando estaba agendado para tercer turno y justo a la hora de los noticieros nacionales.

Solá, con proyecto propio, votó en contra de la iniciativa oficial junto a otros 10 legisladores que le responden, entre ellos algunos radicales K.