Por primera vez desde el inicio de la guerra, misiles de largo alcance del grupo terrorista Hezbollah cayeron a tan sólo treinta kilómetros de Tel Aviv, en la ciudad israelí de Hedera.

Medios de comunicación israelíes informaron de que no se han registrado víctimas a causa de los ataques, los más alejados de la frontera entre Israel y el Líbano. Según el Canal 10 de la televisión israelí, dos cohetes cayeron en zonas deshabitadas de la ciudad de Hedera y un tercero en una comunidad rural vecina.

En tanto, la aviación israelí bombardeó cuatro puentes al norte de Beirut, aislando todavía más la capital cuya periferia sur quedó arrasada, mientras que la ofensiva terrestre de las fuerzas del Estado hebreo progresaba unos tres kilómetros en el extremo sur del Líbano.

Los puentes sobre la vía litoral rápida entre Beirut y el norte del país, esenciales para el tránsito entre el Líbano y Siria, fueron blanco de los aviones israelíes, que operaron en una región de mayoría cristiana hasta ahora excluida de la zona de combate.

Estos bombardeos dejaron al menos cuatro civiles muertos e hirieron a otros quince, según la Cruz Roja Libanesa.

En total, más de 900 personas, la mayoría civiles, murieron en el país desde el inicio de la campaña militar el 12 de julio, indicaron fuentes oficiales libanesas.