La reunión prevista para este lunes entre el Gobierno y los principales dirigentes rurales para destrabar el conflicto por las retenciones se suspendió.

Así lo adelantó el jefe de Gabinete, Alberto Fernández, luego de culpar a los ruralistas de ser ellos quienes "rompieron el diálogo" por sus declaraciones en el acto de Rosario del domingo.

El jefe de Gabinete se escudó en que "el campo fue quien rompió el diálogo con sus amenazas", y aseguró que "en estos términos se complica mucho", continuar con el diálogo.

"Ha sido tan tremendo y tan impropio lo que han dicho que lo lamento", dijo Fernández y agregó: "Uno tiene la sensación como que la solución está al alcance de la mano y cada vez que está por agarrarlo le corren el arco y todo se vuelve mucho más difícil", sentenció el funcionario.

Fernández afirmó que los líderes de las entidades agropecuarias "actuaron como opositores" y cuestionó las amenazas de paro que se lanzaron desde la tribuna rosarina en el acto que movilizó al campo.

"La solución está en el diálogo, pero dialogar así es imposible, esto no es dialogar, esto es imponer condiciones", dijo el jefe de Gabinete con respecto al discurso que dieron los dirigentes del sector agropecuario en la ciudad rosarina.

En este sentido, Fernández explicó por Radio 10 que "cada vez que me siento a resolver el problema aparece una nueva amenaza", e insistió: "Así no se puede dialogar, esto es vocación de no dialogar y de imponer".

"Hay que pensar primero en la Argentina y no en los resultados económicos de una cosecha", sostuvo el funcionario y reiteró que la intención del Gobierno es que los precios internacionales no se metan en el mercado interno.